Schiffers ha trabajado para la muestra de forma individual, en colaboración con Thomas Sprenger y de forma colectiva con Myvillages. Un trabajo en red realizado no sólo con artistas, sino también con agricultores, ganaderos, artesanos, trabajadores fabriles o personas de lugares tan dispares como México o Kazajistán, sitios en los que ha vivido la artista.
El recorrido de la exposición se ha organizado a modo de capítulos en los que se muestra la carrera de la artista y un relato formado por obras, murales, dibujos, préstamos y contribuciones o la documentación videográfica, en los que se suceden las historias de las personas involucradas en la producción de sus proyectos.
Estos elementos generan un debate sobre aspectos cruciales de la agenda del arte contemporáneo: las prácticas situadas y contextuales, los ejercicios dialógicos, las experiencias relacionales, los ensayos de intercambio e interacción, las prácticas colaborativas o los usos de cierto tipo de información «humilde» y su estatus.
Entorno andaluz
El trabajo de Schiffers motiva un análisis sobre las relaciones entre arte popular y arte contemporáneo o entre autóctono y alóctono, sobre la obra como mercancía y, también, sobre los problemas, esperanzas y visiones de futuro de la artesanía tradicional o la agricultura en tiempos de crisis en Europa en general y en el contexto andaluz en particular.
La artista propone diferentes elementos contextuales para que la naturaleza y la lógica de sus trabajos conecten con el entorno andaluz, que servirán como guía para nuevas producciones relacionadas con los productos de la huerta del CAAC, la cerámica Pickman de la Cartuja, las comidas de los cuadros de Francisco Barrera, algunos restos de la Cruz de mayo sevillana o una nueva producción para el archivo de la obra Soy agricultor y quisiera seguir siéndolo realizada en la finca Yñiguez Ovando en Extremadura y con el apicultor Juan Antonio García en Cuevas del Becerro.
Estas nuevas producciones profundizan en los temas e intereses habituales que caracterizan el trabajo de Schiffers, abarcando formatos y perspectivas muy diversas: encuentros y presentaciones informales, proyectos colaborativos, interacciones personales y debates públicos, recopilación e intercambio de información sobre las prácticas agrícolas o culinarias, repositorios de documentación o de comida, trueques y otras muchas formas de gestionar el conocimiento que fueron usuales hasta no hace tanto tiempo y que hoy se revelan como alternativas operativas.