Costa ha experimentado a lo largo de su carrera con una gran diversidad de movimientos artísticos: realismo, expresionismo, surrealismo, cubismo, manierismos, figuración… atrapándolos pero aportando siempre su propia personalidad. Su trabajo es un juego donde seduce al espectador gracias al color, la composición, la forma y el contenido. Intuitivo y resistente, ha tenido siempre la libertad de explorar nuevos lenguajes visuales que se pueden ver en su diferentes facetas como grabador, dibujante, pintor, escultor y fotógrafo.