Mieg evidencia en estas obras su profundo conocimiento de un medio al que ha dedicado más de 50 años de trabajo: el tratamiento de las superficies, de las texturas, de los juegos cromáticos y de las tensiones entre las masas de color y los espacios abiertos logran sugerir, sin imponerlas, distintas lecturas al espectador.
Xuxurlaka forma parte, junto con la exposición Luis Gordillo XXL/XXI [1], del programa En paralelo, con el que Artium trata de hacer coincidir en el tiempo y en el espacio a dos autores que han desarrollado un significativo trabajo en el “paraíso perdido” de la pintura.
Juan Mieg muestra un compromiso apasionado con la pintura. Realiza una pintura intuitiva, un particular autorretrato psicológico que nace de procesos internos. Su larga trayectoria ha mostrado pocas inflexiones. Conforma más bien un proceso continuado de exploración, casi obsesivo. Pintura empleada como herramienta de conocimiento, de la propia técnica como código de comunicación, con la que en ningún momento a lo largo de estos más de 50 años de carrera ha cedido a la estridencia; y también, un medio de conocimiento de uno mismo, de acceso a la naturaleza interior, que una vez superado el subconsciente (particular y limitado) da acceso a un espacio universal, el gran inconsciente colectivo.
El artista alavés se enfrenta al lienzo sin proyecto, ni bocetos, dejando fluir las imágenes, los ritmos e intensidades de su trabajo. El artista y su diálogo con la historia del arte se convierten en una herramienta más de la propia obra. Así, como recoge Jaime Cuenca, autor del texto del catálogo que acompaña la exposición, el autor localiza su esfuerzo en evitar los automatismos, los gestos aprendidos para, desde las primeras manchas, abrir un mundo de estrategias que rompan con posibles esquemas ya realizados.