La muestra incluye 50 imágenes de Domingo, profesional de amplia trayectoria en los medios de comunicación y, además, vecino de la Sierra y gran conocedor de sus secretos mejor guardados, que ahora reciben a pacientes y visitantes mostrando los aspectos más sorprendentes del entorno natural privilegiado que rodea al centro sanitario.
Naturaleza cercana, que se ha inaugurado coincidiendo con el segundo aniversario de la promulgación de la Ley del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama, es un fiel reflejo de la riqueza paisajística y la biodiversidad de los municipios a los que da cobertura el Hospital General de Villalba.
“Es un ecosistema riquísimo, repleto de seres sorprendentes, muchas veces esquivos, y de paisajes inigualables”, explica Luis Domingo, que espera que la exposición sirva de muestra a los visitantes del centro sanitario para “disfrutar, valorar y respetar estas maravillas naturales tan próximas a los madrileños”.
Por su parte, el director asistencial del Hospital General de Villalba, doctor Adolfo Bermúdez de Castro, considera que Naturaleza cercana es una muestra más de la integración del centro sanitario en su entorno. “Cuando uno va a un hospital suele haber algún rato muerto; pues bien con esta iniciativa queremos aprovechar para dar a conocer el ecosistema que nos rodea, que es ciertamente privilegiado”.
Luis Domingo atesora 25 años de trabajo como fotógrafo en numerosos medios de comunicación, editoriales, agencias y departamentos de comunicación. Además, la pasión por la naturaleza y su inclinación a la aventura le han llevado a fotografiar el medio natural desde múltiples perspectivas.
Riqueza ecológica y cultural
El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama tiene una superficie de 33.960 hectáreas pertenecientes a las comunidades de Madrid (21.714 hectáreas) y de Castilla y León (12.246 hectáreas). Este espacio natural cuenta con una riqueza ecológica y cultural sobresalientes.
En este ecosistema destacan, por ejemplo, los pinares de Pinus sylvestris; los sistemas naturales de origen glaciar y periglaciar; humedales y lagunas de alta montaña o sus formaciones y relieves de montaña y alta montaña que modelan paisajes únicos.
Además de la presencia de endemismos de flora y fauna, y del Águila Imperial Ibérica, Buitre Negro y Cigüeña Negra, en el Guadarrama vive un elevado porcentaje de las especies censadas en España, el 40% de la herpetofauna, el 39% de las aves y el 49% de los mamíferos.
Aún hoy perviven en las tradiciones y en el recuerdo colectivo los elementos que dieron lugar a una cultura propia y singular, perfectamente adaptada a un entorno natural generoso, agreste y difícil, protagonizada por pastores y vaqueros, por hacheros y gabarros, por carboneros, neveros y por otras gentes de la Sierra.
Como gozne natural que une y vertebra el norte y el sur peninsulares, la Sierra del Guadarrama ha sido testigo mudo de acontecimientos históricos que integran el andamiaje afectivo de nuestro país.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, lugares como los Puertos de Navacerrada y la Fuenfría, el Circo de Peñalara, la Pedriza, el Montón de Trigo, la Cuerda Larga, la Maliciosa o Siete Picos, por citar algunos más conocidos, han servido de inspiración, estímulo y laboratorio para naturalistas y científicos de todas las especialidades, para educadores, para artistas y para deportistas.
No es de extrañar así que pocas montañas de nuestra geografía hayan sido tan queridas, tan alabadas por escritores, filósofos y poetas, desde el Siglo de Oro, hasta las Generaciones del Noventa y Ocho y del Veintisiete.