Las fotografías de la serie Heads Will Roll se conforman a partir de yuxtaposiciones de imágenes de diversa procedencia que invitan a reflexionar sobre temas como el propio proceso fotográfico, la sobreproducción audiovisual contemporánea, la violencia o la relación entre el humano y el objeto.
De Esteban capta la consolidación de una idolatría nihilista a través de potentes imágenes, que exigen al espectador atención: son escenarios encerrados en sí mismos que no conducen a ninguna otra esfera de significado.
Con su serie pone muy bien de relieve esta condición de las imágenes que nos rodean. La realidad, infinitamente atomizada, tiende a convertirse en abstracta. Dejamos de saber qué hay detrás de las cosas e incluso sospechamos que bien podría ser que no hubiese nada. La información, la vigilancia, la pornografía y los efectos movilizadores saturan las atribuciones de la imagen fotográfica en el recorrido de la exposición.
Las innumerables capas y estratos de las imágenes que se suceden en esta muestra indican que ninguna de esas composiciones puede aspirar a un significado estable. En consecuencia, el dramatismo y el erotismo que destilan los fragmentos de cada composición se confunden sistemáticamente. El placer visual y la furia catastrófica se tocan en sus extremos.
La serie Heads Will Roll se recoge junto a otros tres trabajos en el libro Proposiciones [1].