Miquel Mont fue uno de los artistas que atrajo la atención de Josep Suñol a principios de los 90, en un momento en el que la mirada del coleccionista estaba focalizada sobre todo en artistas emergentes y propuestas que se desarrollaban en paralelo a los circuitos oficiales. Su obra, que denotaba un claro interés por el trabajo analítico de la pintura, no tardó en incorporarse a la Colección.
A finales de los 60 surgieron en Francia colectivos como BMTP y Supports-Surfaces que reivindicaban la supervivencia de la pintura como soporte y realidad material y, al mismo tiempo, rechazaban la figuración narrativa, en un momento en el que la dicotomía entre figuración y abstracción se situaba en el centro de la cuestión. Para Miquel Mont el conflicto que suponía esta oposición prácticamente había desaparecido desde el momento en el que la abstracción se había convertido en un lenguaje codificado.
Sin embargo, casi dos décadas después, continuó con la transformación iniciada por los colectivos franceses, reivindicando la importancia de la pintura como núcleo de su trabajo.
Proceso creativo
Mont explora los límites de la pintura desde un punto vista absolutamente formal, en el que lo que interesa es la manera de tratarla y de utilizarla. En las obras de los 80 y los 90 trabaja la pintura desde su densidad, hasta convertir sus piezas casi en objetos de tres dimensiones. Los trabajos posteriores aumentan su superficie y se funden con el espacio.
En las obras de la serie Lapsus desvincula pintura y soporte; figuras geométricas de proporciones humanas, hechas de materiales industriales (pladur, DM, cartón…) se presentan junto a superficies de iguales medidas pintadas en la pared. En estas piezas la pintura adquiere vida propia y se independiza de la base que la sustenta, trasladándose directamente a los muros de las salas.
Los materiales industriales se muestran desnudos, evidenciando su rudeza y la economía de medios que caracteriza la obra de Mont. En la serie Coopérations, el gesto del artista es el protagonista. Trazos de pintura, papeles pegados y otros materiales superpuestos nos obligan a fijar la atención en cada una de las capas del proceso creativo. Formas sin contenido, así de claro lo describe Miquel Mont, es lo que encontramos en los Mono-Tones, construcciones que incluyen bastidores metálicos, peanas de madera e imágenes impresas en blanco y negro, que han sido especialmente seleccionadas para que el contenido no fuera lo más relevante.
Finalmente, los Collages idéologiques, en los que Mont juega con la ambigüedad de la carga ideológica y de la carga matérica y no deja lugar a la indiferencia del espectador, que se convierte en elemento sine qua non de la obra.
Con motivo de la exposición se está preparando un catálogo –que se presentará en la Fundació el próximo 10 de marzo– y que incluirá imágenes de la muestra, además de una conversación inédita entre Miquel Mont y Rosa Queralt, registrada en 2008 y que propone al lector una mirada global y, al mismo tiempo, muy personal sobre la obra del artista. También incluye textos del propio Mont sobre cada una de las series.
Sobre el artista
Miquel Mont alterna la práctica artística con su compromiso con la docencia desde el año 2000 y actualmente es profesor en la Escuela de Arte de Tours (ESBA TALM – Site de Tours), así como en la Escuela Nacional de Arquitectura ParísBelleville (ENSA Belleville). Ha publicado textos críticos en revistas y, como comisario, últimamente ha realizado la exposición Verquidos de Berta Cáccamo (Casa da Parra).
Sus creaciones han podido verse regularmente en España, en las galerías Distrito 4 y Trinta, así como en el extranjero: Aline Vidal (Francia), Thaddaeus Ropac y Nikolaus Ruzicska (Austria). Su obra forma parte de numerosas colecciones públicas y privadas como las de ”la Caixa”, Banco de España, Fundación Barrié, Fundació Suñol, Museu d’Art Jaume Morera de Lleida, Museo de Bellas Artes de Álava, Mumok, FNAC, FRAC (Alsacia, Bretaña, Picardía y Córcega), Belgacom Foundation y FMAC París.
Asimismo ha expuesto en el Centre d’Art la Panera (Lérida), CRAC (Sète), FRAC Alsacia, Villa du Parc (Annemasse), en la I Trienal de París y, recientemente, en las galerías Formato Cómodo (El ojo toca, 2014), Aline Vidal (Coopérations, 2013), Trinta (Cooperaciones, 2012), Altxerri (Acumulación flexible, 2011), Distrito 4 (No puedes perder lo que nunca has tenido, 2011) y dentro del proyecto L’art dans les chapelles (iglesia de Locmaria, 2011).