Este año celebra su segunda edición del 20 al 24 de mayo y Daniel Broncano es su fundador. Nació en 1986 en Orcera (Jaén) y se formó como clarinetista en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y en Trinity College of Music y Royal College of Music de Londres. Actualmente reside y trabaja en la capital británica, desde donde sintió que la zona, su zona, tenía muchas e interesantes posibilidades que ofrecer.
«Al vivir lejos me di cuenta del potencial de Segura, de su belleza. Siempre pensé que alguien se le ocurriría crear allí un festival, pero con el tiempo me di cuenta de que a veces la iniciativa tiene que partir de ti. El año pasado celebramos la primera edición, vino mucha gente y eso nos dio fuerza para seguir. Es un proyecto que surge de la vocación de alcanzar un público en un lugar alejado de los circuitos convencionales. Es una apuesta por que los visitantes y los orihundos puedan disfrutar de la música en directo».
Para Broncano, además este festival tiene una serie de características únicas. Entre ellas, que promueve de forma especial la interacción entre intérpretes y público. «Segura es un pueblo pequeño y propicia este contacto. Creo que esa interacción rompe barreras porque a veces la música clásica se autosegrega. La unión de públicos heterogéneos es otro de sus puntos fuertes, ya que tenemos gente muy melómana unida a otra que acude por primera vez a un concierto».
Cuidada programación
Este año la música española va a ser uno de los hilos conductores de su programación, que será variada y que intenta satistacer diferentes necesidades. El encargado de abrirla, el miércoles 20 de mayo, será el joven pianista Mario Mora, al que luego se unirá la formación Segura Winds. Sonarán obras de Albéniz, Liszt, Mozart y Poulenc. Al día siguiente, el jueves 21, la violinisita Sabina Rakcheyeva y la violonchelista Vanessa Lucas-Smith interpretarán obras de Haydn, Schumann, Halffter, Cassado y Janececk combinadas con música tradicional de Azerbaiyán.
Rafael Aguirre dará un recital de guitarra con obras de Paco de Lucía, Sarasate, Granados y Falla el viernes 22, y Segura Winds volverá para tocar el Septimio de Beethoven el sábado 23 en un lugar muy especial, el Castillo de la localidad. El resto de eventos se celebrarán en la Iglesia de los Jesuitas, del siglo XVI. Justo allí y ese mismo día, la cantaora Rocío Márquez, una de las voces flamencas más importantes del momento [2], ofrecerá también un recital.
Además, habrá actuaciones gratuitas, algunas de ellas al aire libre, como un concierto progresivo en diferentes rincones del pueblo o el que tendrá lugar en la era de Moralejos, una pequeñísima aldea rodeada de bosques y montañas donde se escuchará la música de Bach y Mozart. Otra de las novedades será una velada de fado en un restaurante de Segura a cargo de la lisboeta Filipa Tavares.
Las entradas pueden sacarse con antelación en la web del festival, que volverá este año a desarrollar su vocación educativa con conciertos didácticos para escolares y clases gratuitas para estudiantes de música.
Entre todos
La primera edición de Música en Segura pudo celebrarse gracias a la financiación colectiva conseguida a través de una campaña en Verkami. De la misma forma, Daniel Broncano ha puesto en marcha este año también una campaña de mecenazgo participativo [3] en la que los donantes obtienen recompensas como entradas o camisetas. Esta edición cuenta además con el apoyo de diferentes patrocinadores locales, el del Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, la Diputación de Jaen, la Fundación Caja Rural y La Caixa.
Sin embargo, según su fundador, «es un proyecto con un presupuesto de guerra». De hecho, se le escapa que su espónsor principal es una pareja de holandeses que fue el año pasado y se compró una casa en el lugar. El presupuesto actual es de 27.000 euros, mientras que el año pasado fue de 19.000. Broncano trabaja, como se suele decir, por amor al arte. Y la satisfacción.
«He creado este festival, sobre todo, para crear empleo entre los jóvenes músicos españoles. Es además una maravillosa forma de turismo que atrae a gente de Inglaterra, Alemania o Nueva Zelanda. Espero que acuda toda la gente posible a descubrirlo», finaliza.