Figura enmarcada en el Nuevo Realismo, Niki de Saint Phalle es célebre por obras como las alegres y poderosas Nanas, las impactantes Pinturas-disparo (Shooting Paintings) y obras de arte público emblemáticas como el Jardín del Tarot, en la Toscana.
Esta exposición, organizada por el Guggenheim Bilbao y la Réunion des Musées Nationaux–Grand Palais de París, con la participación de la Niki Charitable Art Foundation, constituye la primera gran retrospectiva dedicada a la artista en España y ofrece una nueva visión sobre ella a través de más de 200 obras y documentos de archivo, muchos de ellos inéditos.
Así quedan fielmente reflejadas las diferentes facetas como pintora, escultora, grabadora, autora de performances y cine experimental de una artista con un universo creativo propio y una visión del mundo pionera, complementadas con proyecciones en las que la propia autora comenta su obra.
Ejes y mitos
A lo largo de 2.000 metros cuadrados de exposición, los visitantes podrán reconocer los grandes ejes y mitos que articulan la carrera de Niki de Saint Phalle, una artista que alcanzó el aplauso y el reconocimiento internacional en vida y que supo captar el interés de los medios de comunicación, como también hiciera Andy Warhol.
En la muestra, organizada cronológica y temáticamente, las piezas abordan temas recurrentes en toda su trayectoria, como el poder de lo femenino y el ataque a las convenciones sociales. En sus obras conviven la radicalidad y el fuerte compromiso político y social con el color y con el optimismo de sus mundialmente conocidas Nanas. La retrospectiva revela, por tanto, un mundo paradójico y singular que se inspira en Gaudí, Dubuffet y Pollock.
Entre dos patrias
Niki de Saint Phalle nació y pasó gran parte de su vida en Francia, aunque creció en Estados Unidos, donde eligió quedarse durante la última parte de su carrera. Siempre a caballo entre sus dos patrias, forma parte del panorama artístico de ambos países.
Conocida como la única mujer artista del movimiento del Nuevo Realismo en Francia, también se la vincula con los neodadaístas Jasper Johns y Robert Rauschenberg y sus Combines, y es considerada una de las precursora del arte pop, al que dotó de un nuevo punto de vista.
La primera feminista
Niki de Saint Phalle es considerada asimismo la primera gran artista feminista del siglo XX. A través de una nueva representación del cuerpo femenino, el erotismo y las grandes figuras míticas, cuestionó los cánones establecidos y reivindicó el poder de la mujer y su papel en la sociedad. Hija, esposa, madre, guerrera, hechicera y diosa son etiquetas de sus célebres Nanas, retratos imaginativos de la propia artista y de otras mujeres coetáneas que reinterpretó a lo largo de toda su trayectoria.
Las series de Novias, Alumbramientos y Diosas y, tras las Nanas, las Madres devoradoras, conforman una verdadera mitología femenina, que se completa a través de los textos y declaraciones de la artista y el contenido de sus películas.
Violencia y compromiso
El feminismo es uno de los elementos de su lucha contra los convencionalismos y las actitudes rígidas, aunque no el único. Niki de Saint Phalle fue una artista comprometida cuyas obras destilan una fuerte crítica social y política, expresada en numerosas ocasiones a través de la violencia y el caos.
A pesar de ser más conocida por la faceta más alegre y colorista de su trabajo, todas y cada una de sus obras dpueden interpretarse desde diferentes puntos de vista y niveles de profundidad, y muestran una clara carga subversiva.
Nítido ejemplo de ello son los Disparos (Tirs), performances en las que la artista o personas del público disparan y destrozan pinturas con un rifle. Escandalosas en su momento por la violencia que destilaban y también por ser orquestadas por una mujer, los Disparos se ubican entre las obras fundadoras de la historia de los happenings.
[2]Derechos civiles
Dirigidos contra una visión tradicional del arte, la religión y la sociedad patriarcal, y contra la situación política que mezclaba la Guerra Fría y la guerra de Argelia en un país, Estados Unidos, donde las armas son legales, los Disparos representan su obra temprana, casi siempre provocada por cuestiones sociales. De hecho fue una de las primeras artistas en abordar la discriminación racial y defender los derechos civiles y la multiculturalidad y en utilizar el arte en su última etapa para despertar la conciencia pública en torno a los devastadores efectos del sida.
Como una nueva muestra de su carácter pionero, Niki de Saint Phalle fue la primera mujer en dejar su impronta en el espacio público a nivel mundial, ya que pronto tuvo la necesidad de dirigirse a todo el mundo, no solo a los visitantes de los museos. La decisión temprana de crear arte público debe interpretarse como una elección política y constituye una parte esencial de su investigación a mediados del siglo XX. Durante toda su carrera se suceden los proyectos arquitectónicos y las esculturas monumentales: fuentes, parques infantiles, jardines esotéricos y casas habitables. El majestuoso Jardín del Tarot es una obra clave que la artista costeó en su totalidad, en parte a través de la creación y venta de un perfume, joyas, grabados y libros de artista.