Esta reducida pero significativa selección, que incluye obras de Pedro de Campaña, Luis Tristán, Francisco de Zurbarán, Francisco de Herrera el Mozo y Francisco de Goya, ilustra la importancia de esta donación que cubre algunas de las carencias de la colección, además de enriquecer cualitativamente estilos y autores ya representados.
El Pleno del Real Patronato del Museo del Prado aceptó, el pasado 30 de junio, la donación [1] del que fuera su presidente entre 2007 y 2012 y que actualmente es Patrono de Honor. En total, 25 piezas con reserva de usufructo vitalicio se incorporarán definitivamente a las colecciones del Museo, «con la petición particular de que no se expongan en una sala propia sino que se integren junto a otras obras de esta institución», ha explicado Miguel Falomir, director adjunto de Conservación.
Piezas maestras
Entre las nueve obras que el público va a poder disfrutar en las salas del edificio Villanueva destaca, por su contribución al desarrollo de la pintura española del Renacimiento, la exhibición, en la sala 52 C, de Camino del Calvario y Descendimiento, dos exquisitas pinturas realizadas en 1547 del flamenco afincado en Sevilla Pedro de Campaña (Pieter van Kempeneer), «que cubren una de las lagunas más importantes que tenía la colección del Prado, ya que no tenía ninguna obra de este artista», resalta Falomir.
Por otro lado, San Francisco en oración (1659) de Zurbarán (sala 10 A); Calvario (1613) de Tristán (sala 9 B) y El sueño de San José (1662) de Herrera el Mozo (sala 9), pieza maestra del pleno barroco español, son obras que enriquecen el nivel de representación de estos artistas en las salas de la colección.
Estas cinco pinturas se completan con cuatro estampas de Goya, una serie titulada Los toros de Burdeos (1825) que se muestran en la sala 66: El famoso americano Mariano Ceballos, Bravo toro, Dibersión de España y Plaza partida.
Estas litografías, unidas a la donación de la primera edición de los Caprichos compuesta por 80 grabados que ya en 1991 realizó el propio Arango, culminan la magnífica colección de la obra impresa que el Prado tiene del aragonés.