La exposición incluye 38 fotografías pertenecientes a sus series Precipitados, Cronología del ruido y Antropoceno, que, comenzadas en 2009, 2011 y 2012, respectivamente, forman un corpus orgánico de temas e intereses conceptuales sobre los que el autor continúa trabajando. Genovés «se apropia», como él mismo dice, de imágenes realizadas en torno al primer tercio del siglo XX.
El fotógrafo ha seleccionado fotografías de imponentes arquitecturas de edificios singulares (teatros, bibliotecas, iglesias o museos) erigidos en su mayoría en los siglos XVII y XVIII, que ha encontrado en mercados de segunda mano y anticuarios de toda Europa. El segundo paso de su proceso creativo es combinarlas con imágenes mediante técnicas digitales y darles una nueva vida, un nuevo sentido para crear una historia diferente.
Fotografía narrativa
El recorrido expositivo crea una especie de relato a partir de la violencia desatada de las imágenes iniciales en las que irrumpen fenómenos naturales, como el mar embravecido, ríos desbordados, aguas que ascienden vertiginosas, fuego o humo de volcán. Conforme se asciende a las distintas plantas de la sala, una lenta devastación se apodera de estos escenarios, para quedar, por último, las consecuencias de la destrucción: barro, piedras, muros desconchados, ruinas… como si un bombardeo o un tsunami hubiesen barrido definitivamente estos edificios.
Las fotos de Genovés se tiñen de cierta melancolía, que alude a la fugacidad de las cosas, a su inconsistencia y fragilidad, y al determinante papel que juegan algunos factores que no se pueden controlar. A la vez se señala cómo la destrucción puede hacer posible la renovación de las ideas y de la relación con el entorno, «la figura humana no aparece en las obras de Genovés, pero es protagonista en el destrozo del planeta», afirma la comisaria de la muestra.
El ruido y la furia se acompaña de un cuidado catálogo con textos de la comisaria y de Santiago Olmo. Además se han organizado visitas guiadas que invitan a dialogar con las fotografías de Pablo Genovés. Para estas visitas es imprescindible inscribirse previamente a través de un formulario habilitado en la web de la Comunidad de Madrid [1].