Reconoce que está tan implicada y tiene tanta tensión estos días que apenas deja tiempo a la expectativas. Acaba los días agotada y casi exhausta por el trabajo y por la misma responsabilidad que supone un estreno de este tipo.
Mi vida sin mí cuenta la dualidad de una cantante de ópera que se debate entre la persona y el personaje, entre ser ella misma y estar manejada cual marioneta.
El público podrá contemplar durante hora y media (en la que en todo momento Jurado estará en escena) lo que ocurre en uno de los ensayos de una soprano en plena gira. Durante el transcurso del mismo le ocurren cosas sencillas (o no tanto), sufre diferentes interrupciones e interactúa con diferentes personas a través de Whatsapp, Twitter y Facebook, tal y como le sucede hoy a cualquiera.
Como único atrezzo, un grupo instrumental compuesto por 15 músicos y su director, que participan con la dramaturgia de la cantante. Entre medias también un repaso por grandes arias de la historia de la ópera. «Es un tour de force, un ir más allá, un basarse en la exigencia…», afirma la compositora y cantante.
Sin descanso
Lejos de ser una biografía, Pilar Jurado reconoce que es fácil que en las historias que se cuentan en esta ópera cualquiera encuentre similitudes con su vida. «Aunque yo de diva no tengo nada, todo lo contrario», añade. «No es parodia, porque la protagonista se toma muy en serio las cosas que le suceden, pero sí humor, humor inteligente», describe. «Hay también una parte dramática importante porque actúo sin descanso».
El libreto y la dirección de escena es de Eloy Arenas, amigo personal de la compositora desde hace tiempo. «Ha seguido mi carrera y sabe cómo se vive en mi mundo. Es muy brillante intelectualmente y hemos trabajado muy bien mano a mano», señala Jurado. La dirección musical corre a cargo de Titus Engel, con quien ha trabajado con anterioridad.
Jurado no parece entender de crisis. No deja de recibir encargos y de estrenar obras. Después de Mi diva sin mí, otra obra suya verá la luz en el Festival de Almagro, en colaboración con el Goethe Institute, y le esperan otros dos encargos para la próxima temporada: uno para el Centro Nacional de Difusión de la Música (CNDM) y otro para la Orquesta Nacional de España.
Un buen momento
«Mi trayectoria es un camino hacia adelante y estos son peldaños que la afianzan de forma solvente. Tener todos estos espectáculos es el mayor de los placeres», confiesa.
Todo lo que hace es «desde una visión poliédrica», una visión como musicóloga que alcanza diferentes vertientes: compositora, cantante, directora o incluso recuperadora del patrimonio musical español.
Jurado se siente parte de un engranaje y afirma vivir con mucha intensidad todo lo que hace, aunque reconoce que para ello sacrifica mucho de su vida personal. «Cada minuto de mi vida está dedicado a la música», añade.
Mientras llega el estreno de Mi vida sin mí, solapa unas composiciones con otras y sigue con los ensayos, Félix Cábez realiza una película sobre ella que espera ver la luz en 2014. Con ella pretende hacer un retrato veraz de la primera mujer en la historia que estrenó una ópera propia en el Teatro Real.