Mitsuo Miura (Iwate, Japón, 1946) presentará a partir del próximo 14 de marzo la instalación Memorias imaginadas en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid, cuyos protagonistas esenciales son las formas geométricas y los colores puros, dos elementos que se han convertido en los principales componentes del vocabulario artístico de Miura en los últimos años. Con ellos, una vez más, el espacio se convierte en parte sustancial e integrante de la obra del artista.
Reconocido en primera instancia como pintor, en la realización de sus obras, Miura supera los medios y los soportes pictóricos tradicionales, situándolas a medio camino de la consideración de escultura o instalación, por su voluntad de desplegar formas cromáticas en el espacio.
Proceso de síntesis
Las formas geométricas concretas (círculos, cuadrados o rectángulos) y el uso de colores puros, sin gradaciones, se han convertido en los principales componentes de su vocabulario artístico, de tal manera que su obra supone un proceso de síntesis, no sólo visual o formal, sino en el que también concurren aspectos ambientales y térmicos.
Su propuesta para esta sede del Museo Reina Sofía parte de lo pictórico y se extiende hacia lo espacial a través de círculos de colores distribuidos por el suelo y suspendidos en la cubierta del palacio. Además, Miura incluye en este trabajo franjas de color situadas de manera intermitente en el zócalo del interior del edificio. Su modo de hacer se construye así como una memoria en la que se reactiva un espacio de lo posible, un área imaginaria de existencia incierta que solo puede ser completada mentalmente. La propia utilización de colores desvaídos remite a la representación de situaciones difusas.
La transparencia que caracteriza el espacio expositivo y la posibilidad de que la luz exterior incida sobre el color, hace que su percepción se modifique levemente según el momento horario y las condiciones climáticas. Un juego visual que no se dirige hacia lo monumental y lo explícito sino hacia lo sugerido y lo íntimo.
Esquematismo arbóreo
La columna aparece como un elemento clave dentro de su búsqueda de lo esencial y la reducción de lo formal hacia sus expresiones mínimas. Sirve como nexo arquitectónico milenario que posee una génesis relacionada con el esquematismo arbóreo. Este relato se complementa con los árboles del propio Retiro, que sirve como telón de fondo natural del paisaje plástico, abstracto y estilizado que elabora el artista japonés. El contexto exterior se convierte en parte sustancial del sentido que adquiere el trabajo artístico que realiza para el Palacio de Cristal.
Miura se formó en la Escuela de Bellas Artes de Tokyo, para trasladarse años más tarde a Madrid, donde reside desde 1966. En su trabajo aúna una actitud estética derivada de sus raíces orientales que se pone de manifiesto en su querencia por la belleza de lo esencial, las formas puras y el carácter íntimo de sus piezas.