Ramon Casas y las sombras chinescas de Els Quatre Gats. Bohemia e imaginario popular incluye 11 sombras chinescas dibujadas por Casas y realizadas por Josep Meifrèn, amigo del artista y hermano del pintor Eliseu Meifrèn. Junto a este conjunto que ha ingresado recientemente en el Museo en depósito, la muestra presenta una selección de carteles, invitaciones y álbumes, en total, 54 obras de Casas y de otros artistas de la época, procedentes de sus fondos y de otras instituciones.
Diseño de Ramon Casas y realización de Josep Meifrèn, Maurici Vilomara. Sombras chinas para teatro. Els Quatre Gats, hacia 1897-1898.
La colección de obras de Casas que conserva el Museu se ha visto enriquecida recientemente con el ingreso de este grupo de sombras chinescas, un conjunto original y singular. El descubrimiento de estas obras documenta el contacto de Casas con prácticas artísticas muy populares que, siguiendo el modelo de los cabarets y cafés teatros parisinos, consiguieron una gran difusión en los medios bohemios barceloneses de la época.
Las sombras chinescas configuran un conjunto único en su género y suponen la muestra visible del entroncamiento de Casas con el fenómeno de la modernidad. Dibujadas por Casas y recortadas y construidas por su amigo, el médico Josep Meifrèn (1864-1945), presentan una tipología caricaturesca. En ellas adopta un registro cómico y excesivo, acentuando los rasgos físicos de cada uno de los modelos.
Diseño de Ramon Casas y realización de Josep Meifrèn, Pompeu Gener. Sombras chinas para teatro. Els Quatre Gats, hacia 1897-1898.
Aunque no es posible saber si fueron utilizadas en alguna función, bajo el perfil de las figuras representadas se pueden identificar a personalidades como Àngel Guimerà (1845-1924), Miquel Utrillo (1862-1934), Pompeu Gener (1848-1920), Pere Romeu (1862-1908) o un autorretrato del propio Casas. Todos ellos protagonistas de la vida cultural de la Barcelona del momento y “parroquianos” de Els Quatre Gats.
Todo el material artístico y documental de la exposición ayuda a contextualizar la génesis de prácticas lúdicas que, como las sombras chinescas, la representación de marionetas o la atracción por el mundo del circo eran los signos de la necesidad de evasión que sintieron los artistas barceloneses de la época.