La muestra incluye seis videoinstalaciones que giran en torno al concepto de repetición y memoria que tanto han marcado al artista. Los objetos que forman parte de la exposición personifican recuerdos precisos que interpelan a la memoria tanto colectiva como personal de su autor. Para cada uno de estos objetos, Matsubara ha creado una vídeo-creación con fotografías y vídeos que finalmente se proyectan dentro del objeto en cuestión.
Para el artista, el formato audiovisual tiene la capacidad de capturar ese movimiento de fluctuación que remite a los objetos reencontrados. El conjunto de las obras expuestas hacen de ella una exposición íntima y personal de la que se sirve Matsubara para mostrar que la repetición y el recuerdo constituyen el mismo movimiento, pero en sentido contrario, ya que lo que se recuerda es algo que fue, y en cuanto tal se repite en sentido retroactivo. «Mis trabajos exploran la posibilidad de mezclar recuerdos que residen en el fondo de la conciencia de cada uno», afirma el artista.
Esfuerzo y trabajo
En Occidente, la repetición puede ser vista como sinónimo de aburrimiento, estancamiento o neurosis. Para los orientales, sin embargo, es sinónimo de esfuerzo y trabajo, un acercamiento al gesto perfecto que puede representar, por ejemplo, el Kata en las artes marciales. El ritual del té, las figuras repetidas en el Tai Chi o las posturas de meditación no son otra cosa que un ejercicio espiritual para afrontar mejor la existencia. Como dice el propio Ken Matsubara: «Seguimos repitiendo una pregunta sin respuesta, fluctuando entre el pasado y el futuro».
Hasta el 9 de marzo, de martes a domingo, la Sala Project de la Blueproject Foundation acoge esta Repetition de Ken Matsubara. El 1 de febrero a las 19.00 h la entrada es libre para todo aquel que quiera participar de esta experiencia.