A lo largo del siglo XX tanto la arquitectura como la amplificación eléctrica han ayudado a establecer parámetros estéticos que han determinado el juicio sobre obras y conciertos, formando un canon de calidad con el que se ha construido un tipo determinado de escucha en el que músico y oyente están cada vez más distanciados entre sí.
Sin embargo, evitando el uso del auditorio y la amplificación eléctrica, este ciclo propone otras formas de escucha a través de unas intervenciones en las que se trabaja con ecos y resonancias no deseados y se desarrollan aquellas propiedades que el sonido tiene según el lugar donde se produce.
Las propuestas para estos otros modos de escucha del Edificio Sabatini incluyen, por ejemplo, un Concierto de viento no soplado para jardín y habitaciones de Alex Mendizabal o un Dúo para dos saxofones y dos escaleras con Jean Luc Guionnet y Artur Vidal.
El público que asista a Resonancia no estará obligado a entrar en el auditorio, no podrá reservar un buen asiento, ni deberá hacer cola para escuchar o ver mejor la actuación. En muchos casos no podrá escuchar todo lo presentado a la vez, o no sabrá que está asistiendo a un concierto, dando a estos sonidos la atención que esté dispuesto a prestarle, sin quedar obligado a una actitud de contemplación o escucha silenciosa. Sin embargo, este mismo público estará así redescubriendo la experiencia del sonido.
Programa
Miércoles, 27 de mayo
[1]Jean Luc Guionnet y Artur Vidal. Dos conciertos simultáneos para dos escaleras. Farfulleos y Tarabillas. Edificio Sabatini, escaleras este y oeste, 19.30 h.
El concierto de estos dos saxofonistas tiene lugar de manera simultánea en dos escaleras simétricas separadas entre sí por unos doscientos metros. La intervención surge de la interacción del instrumento de viento con el granito, la enorme caja de escaleras y el contexto en el que la situación ocurre. Es la primera ocasión que ambos saxofonistas, con una amplia trayectoria internacional, colaboran juntos, aunque lo hagan en distintos lugares y sea imposible oírles a la vez. Los dos músicos han trabajado con la potencialidad del instrumento y con las circunstancias en las que su directo sucede. El trabajo de Artur Vidal interacciona con el lugar específico y con el espacio por el que circula. La música de Jean-Luc Guionnet relaciona los elementos externos y el instrumento empleado con una pregunta o principio teórico, como qué es el rumor.
Miércoles, 3 de junio
[2]Alex Mendizabal. Concierto para un patio, una sala, 1/2 litro de jabón líquido, agua, 248 globos, grifos y etcéteras. Edificio Sabatini. Jardín y Sala de Protocolo, 19.30 h.
Este concierto usa 248 globos como instrumento soplador, los cuales, junto al agua y el jabón, exploran dos espacios acústicos muy distintos. Por un lado, el de las bóvedas de crujía y las maderas de la Sala de Protocolo, que fue concebida como cocina, pasó a lugar de lencería en el s.XIX, sala de protocolo en 1986 y espacio para exposiciones temporales en la actualidad, donde el sonido es más cálido y contemplativo. Por otro, el del espacio abierto del jardín, donde los globos tejen una amalgama de tonos cambiantes por los que circular.
Alex Mendizabal ha intervenido a lo largo de los últimos treinta años en distintos ámbitos de la música y del sonido, partiendo de planteamientos compositivos más tradicionales como la partitura o la cinta magnética para ir incluyendo formas lúdicas o heterodoxas. En los últimos años ha tenido una presencia significativa en el festival Ertz (Bera).
Miércoles, 10 de junio
[3]Rhodri Davies. Eliane Radigue: Occam I. Edificio Sabatini, Sala 102, 19.30 h.
Occam I fue ideada por la compositora Eliane Radigue para Rhodri Davies en 2011. La pieza se basa en el espectro electromagnético y audible, y la relación del cuerpo con las ondas. La Sala 102, alberga en la actualidad la pieza de Richard Serra Equal-Parallel: Guernica-Bengasi (1986), escultura con un fuerte contenido histórico que formalmente dialoga con el espacio y el cuerpo del espectador.
Eliane Radigue, reconocida compositora francesa, trabaja desde los años 60 con el sintetizador modular, para el que ha desarrollado diversas piezas electrónicas. Recientemente, ha ideado algunas obras para instrumentos acústicos. Rhodri Davies, músico de improvisación libre, se caracteriza por utilizar sonidos y timbres poco comunes, así como volúmenes apenas cambiantes, muy bajos e incluso silencios. Colabora habitualmente con el saxofonista John Butcher y el compositor Philip Corner, entre otros.
Miércoles, 17 de junio
[4]Itziar Okariz. Performance para palmas y sala. Edificio Sabatini, Sala 210, 19.30 h.
Itziar Okariz hace uso habitual de la amplificación y el delay como medios expresivos junto a la voz y al cuerpo. En esta ocasión, trabaja con el espacio y el público mediante el uso del aplauso. Este gesto y sonido está estrechamente codificado y controlado; rara vez es espontáneo y tiene sus tiempos e intensidades, con un significado concreto en auditorios y teatros. Sin embargo, el aplauso puede tener otro significado, como cuando se inicia para dar por terminada una acción que ha dejado de interesarnos o cuando ocurre lentamente como señal de escarnio.
La obra de Itziar Okariz se caracteriza por la producción de acciones que cuestionan las normas en torno al lenguaje y a la producción de los signos que nos definen como sujetos. En su trabajo tiene especial importancia la repetición y la descontextualización de gestos y acciones.
Miércoles, 24 de junio
[5]Alberto Bernal. Mobile. Obra para percusión y caminante (con Neopercusión). Edificio Sabatini, jardín, 19.30 h.
Mobile ha sido compuesto específicamente para este espacio y programa, con la idea de explorar el jardín principal del Edificio Sabatini mediante el uso de cuatro percusionistas en movimiento. Para ello, este grupo de intérpretes recorre los pasillos del jardín convirtiéndolo en otro instrumento más. La pieza analiza las posibilidades sonoras de la percusión en relación con la arquitectura, las esculturas, la vegetación, la tierra y el agua concentradas en el mismo jardín. Esta partitura espacial aprovecha las cuatro esquinas exteriores y las cuatro interiores que forman los vértices de la escultura monumental de Alexander Calder, Carmen, que preside el jardín desde 1992.
Alberto Bernal es un compositor y artista sonoro de procedencia clásica y variadas influencias, con trabajos enmarcados en el punto de inflexión entre la música y las artes visuales. Su obra supone una búsqueda de límites: entre lo estético y lo sociopolítico o entre los ámbitos perceptivos tradicionales (sonido, imagen, palabra y percepción cotidiana).