La creatividad de Rubens, su influencia y la renovación estética que promovió protagonizarán una muestra en la que los cuadros del maestro dialogarán con los de artistas como Van Dyck [1], Jordaens [2] o Brueghel [3].
Rubens fue el motor de una fuerza creadora que conquistó Europa en el siglo XVII. Sus arrebatadas composiciones, de un dinamismo casi violento, y la sensualidad que transmite su obra supusieron una revolución y definieron la pintura del Barroco. Su personalidad arrolladora le aseguró el mecenazgo de algunas de las figuras políticas más importantes de la Monarquía Hispánica, como Felipe IV o Isabel Clara Eugenia de Austria.
Pedro Pablo Rubens y Jan Brueghel el Viejo, ‘La infanta Isabel Clara Eugenia’, h. 1615. Óleo sobre lienzo. © Museo Nacional del Prado. Archivo Fotográfico.
Todas las piezas que compondrán esta exposición, entre las que figurarán obras maestras como El Nacimiento de Apolo y Diana, La muerte de Séneca o La Inmaculada Concepción, proceden del Prado, una selección que pondrá de manifiesto la potente carga intelectual y el estilo que marcaron su producción y la de sus coetáneos flamencos, tanto por su espectacularidad como por la sutileza de las ideas que transmite.
Esta muestra es fruto de la colaboración entre el Museo Nacional del Prado y la Fundación ”la Caixa”.
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Creación arrebatada
Comisariada por José Juan Pérez Preciado, conservador del Área de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo del Prado, la muestra se dividirá en ocho ámbitos. Pasiones divinas presentará a Rubens y los temas visibles y subyacentes que aparecen en su obra. Imagen y contrarreforma hablará de su papel como renovador de la iconografía religiosa. La creación arrebatada contextualizará los referentes del pintor flamenco, de la filosofía a la mitología o la religión. Los siguientes dos ámbitos, Mecenazgo y coleccionismo y Arte y propaganda, descubrirán sus relaciones con el poder. Los tres últimos, Rostros y personalidades, Dentro y fuera y Naturaleza muerta, naturaleza viva atenderán a los temas cotidianos que Rubens y otros artistas escogían para sus obras. Un amplio conjunto de grabados, dibujos, marfiles, objetos de plata y libros que ofrecerán una completa visión de la excelencia de la creatividad flamenca del Barroco y de su representante más destacado.
Pedro Pablo Rubens, ‘El juicio de Paris’, c. 1638. Óleo sobre lienzo. © Museo Nacional del Prado. Archivo Fotográfico.