En la obra de Nomura destacan especialmente los desnudos masculinos en blanco y negro, apenas iluminados o a veces meramente silueteados, en atmósferas nocturnas y llenas de sombra.
Los retratados son jóvenes y atractivos, como los protagonistas de Tierna es la noche, la novela de F. Scott Fitzgerald que explícitamente se evoca desde el título, porque en esas imágenes el poder y la tensión erótica se envuelven en un aire de ternura y cierto misterio.
Estos retratos -todo un desafío hacia algunos tabúes de la cultura japonesa- se alternarán en la exposición con otras imágenes de animales, naturalezas muertas, vistas de ciudades, fenómenos atmosféricos, luces y reflejos en movimiento, etc. para acabar formando una suerte de narrativas interrumpidas de evocación cinematográfica y cargadas de sentidos alegóricos en torno a la fugacidad de la existencia.
La muestra, comisariada por Enrique Juncosa, dedicará también una especial atención a los fotolibros, que constituyen una parte muy relevante de su trayectoria.
Nomura ha ejercido durante 20 años como asistente de Nobuyoshi Araki y desde 1993 expone regularmente en todo el mundo.