Sandra Cinto, reflexiones en silencio

En Silencio es una instalación site specific, que se reproduce en pintura, escultura e instalación, enmarcada dentro de Gran Escala, un programa de Matadero Madrid que propone a una serie de artistas abordar un espacio de naturaleza industrial y grandes dimensiones. Cinto lo ha resuelto como un paisaje imaginario, íntimo y rotundo, aunque se encuentra estructurado desde lo frágil.

En su instalación, que nace de la práctica del dibujo detallista, la creadora reivindica, por un lado, el silencio en una sociedad invadida por el ruido. Por otro, esa tentativa, silenciada, individual, se resuelve expandida, rotunda, colectiva. La experiencia es física, pero sobre todo psíquica, mental. El gran espacio se transforma en una habitación dominada por una mesa donde la brasileña escenifica un sentimiento, el de la dificultad de la creación, de componer, de manifestarse.

Poético y político

El resultado es un trabajo en el que la artista mezcla lo poético y lo político a un tiempo, aludiendo tanto a problemas concretos como la tragedia de la inmigración y sus víctimas, las diferencias sociales y culturales o la indiferencia de la clase política; como a la búsqueda del silencio y la reflexión dentro de las sociedades contemporáneas, las referencias a un profundo sentimiento de nostalgia o la memoria más íntima y particular de cada individuo.

En Silencio hace que el tiempo se pare como cuando el espectador se sitúa ante una fotografía antigua. Como cuando la música no suena, la creación es un callejón sin salida, igual que cuando una escalera no conduce a ningún lugar o cuando los libros no se pueden abrir.

Con esta obra, Cinto cierra un período creativo que se inició hace siete años con la instalación A travessia difícil (après Gericault). Entre ambas obras, la artista brasileña ha desarrollado una serie de piezas que emplean el dibujo como hilo conductor, una disciplina que en sus manos actúa como herramienta formal e ideológica al mismo tiempo, y que remite al carácter utópico y crítico de su trabajo, rasgos que se encuentran, muchas décadas antes, en el propio Luis Seoane, lo que hace especialmente pertinente la presencia de esta creadora en esta Fundación.