Las problemáticas y potencialidades de las transformaciones del entorno urbano en su aspecto dinámico y social son el centro de las investigaciones artísticas que configuran esta exposición y que intervienen o imaginan el desarrollo de las sociedades urbanitas desde un punto de vista político.
El colectivo Elgatoconmoscas [1] presenta en El evento es fuera tres proyectos acerca de la gestión y apropiación del espacio público. Se trata de tres acciones que parten de la observación de prácticas deportivas y culturales de origen latinoamericano que se desarrollan en Madrid, con el objetivo de dar a conocer y reconocer estas experiencias que no cuentan con el respaldo administrativo. El ecuavóley, la cocina callejera y las peluquerías son los centros de estudio de estos proyectos que se enmarcan en la investigación Latinoamerica go.es [2].
Las transformaciones generadas por procesos de gentrificación son el ámbito de estudio de Left Hand Rotation [3]. En el Museo de los desplazados recogen distintas acciones e intervenciones que, en colaboración con la población local, señalan o auguran las consecuencias urbanas y sociales de esos procesos. Esta plataforma de colaboración surge como conclusión del proyecto-taller Gentrificación no es un nombre de señora, en el que se analiza el papel de la cultura en los procesos de gentrificación.
En Intervención #1, Núria Güell [5] diseña una estrategia de acción para la apertura de viviendas vacías adquiridas en subasta por la Caja de Ahorros del Mediterráneo tras el desahucio de sus habitantes. Con esta táctica, que parte de la relación de la caja de ahorro con la intervención estatal, busca visibilizar las estructuras económicas y políticas que permiten la gran cantidad de desahucios cometidos durante los últimos años. En 2012, Núria Güell creó una cooperativa para la contratación de un albañil desahuciado, con el fin de quitar las puertas de acceso a esas viviendas vacías. La contratación del colaborador a través de la personalidad jurídica le garantizaba impunidad, estrategia que usan los bancos para saltarse la ley de enjuiciamiento civil y adquirir las viviendas desahuciadas por un 50% de su valor de tasación. Con esta acción, las viviendas quedaron accesibles para el uso público y las puertas se exhiben físicamente, indicando a los visitantes la ubicación de los espacios liberados.
Impacto social
El impacto social que provoca el alto índice de desahucios es el punto de partida de la pieza del colectivo Daños Colaterales [6]. Muchas maneras de matar es una instalación que señala la cantidad de suicidios relacionados directamente con la situación social de crisis en España desde 2010. Se trata de un fenómeno silenciado por las estructuras oficiales y gran parte de los medios de comunicación. Sin embargo, distintas asociaciones trabajan para identificar los casos de suicidio derivados de problemas económicos.
Ignacio García Sánchez [7] presenta Escenas de una revolución aún por venir, serie de dibujos dedicada a imaginar formas de organización social derivadas de un futurible movimiento emancipatorio. Considerando la reciente oleada de protestas globales, que pueden ser el comienzo de un cambio en el paradigma histórico, este proyecto intenta imaginar qué apariencia tendría un movimiento configurado a partir de las ideas propuestas. Cada dibujo se encarga de un área relacionada con la organización social y cómo ésta puede ser transformada. Con el objetivo de dar forma a estas imágenes especulativas manteniendo un aparente rigor científico, García Sánchez combina diversas técnicas gráficas: coloridos polígonos relacionados con los conceptos teóricos, inacabados contornos tridimensionales como propuestas provisionales y la disrupción de la realidad.
Sobre cambios por llegar trata Estábamos. Venía, una instalación sonora que muta con el paso del tiempo a la espera de una performance de la poeta María Salgado [8] junto al músico y compositor Fran MM Cabeza de Vaca [9]. Antes de que desaparezca nuestro mundo, escribámoslo es el título de esta performance del texto que tendrá lugar hacia el final de la exposición, reactivando la instalación.
Además, la artista Conxita Herrero [10] colaborará durante toda la duración del proyecto con una intervención en la cristalera de la Sala de Arte Joven y la publicación de varios fanzines.