Fairey comenzó a tener notoriedad en la década de los 90, cuando produjo algunas de sus obras más conocidas, como la pegatina Andre the Giant Has a Posse (1989), que posteriormente transformó en la campaña mundial Obey Gian [1]t [1] o el retrato de Obama Hope (2008) que elaboró para apoyar la candidatura del demócrata. La exposición parte de estos orígenes hasta los trabajos más recientes del artista.
Desde entonces, a Fairey se le considera uno de los artistas de culto dentro de la escena underground estadounidense. Se denomina a él mismo un “populista” por romper las reglas del mundo del arte contemporáneo y el arte urbano mediante su estilo gráfico y mensaje.
Se caracteriza por emplear una paleta de colores muy definida, como el negro, rojo y blanco inspirado en los carteles publicitarios rusos y por su crítica sobre temas actuales. Sus obras están influenciadas por temas como la música, el medio ambiente y la política.
En palabras de Fernando Francés, director del CAC Málaga, «Fairey posee un carácter revolucionario y comprometido que de alguna manera ha perdurado hasta la actualidad con los mensajes de crítica social y política constantes en sus trabajos que le hacen especial. El artista también bebe de la cultura popular, del diseño gráfico y del marketing comercial y político».
Ambigua o irónica
Sus referentes e influencias estéticas y conceptuales son muy variados, entre ellos Andy Warhol, Keith Haring, Barbara Kruger, la propaganda soviética, el arte callejero, imágenes de (la cultura) estadounidense, los carteles de rock psicodélico de los 60, Sex Pistols, Bob Marley, The Clash, Angela Davies o Jesse Jackson.
Sus obras se basan en la apropiación de imágenes y textos reinterpretados de manera ambigua e irónica. Mediante el uso de la psicología inversa, los espectadores son provocados a analizar y descubrir el significado de las obras más allá de la superficie.
La pegatina es el medio con el que Fairey asimiló de las subculturas en las que había crecido como el skateboarding, el punk rock y el hip hop con su hábito de parodiar logotipos corporativos mediante la alteración de nombres y formas.