Comisariada por Raisa Maudit y Àngels Miralda, esta bienal parte de la convicción de que la experiencia y el aprendizaje estético brindan la posibilidad de abrir procesos y conversaciones situadas en el contexto en el que se inscriben.
La proclama herética reúne el trabajo de Abdessamad El Montassir (Marruecos), Anna Engelhardt y Mark Cinkevich (Rusia), Dejan Kaludjerović (Serbia/Austria), Ezra Šimek (República Checa/Austria), Izaro Ieregi (España), Lamia Joreige (Líbano), Victor Leguy, Gabriel Bogossian y Ariel Kuaray Ortega (Brasil), Carla Marzán (Canarias), Laura Mesa Lima (Canarias), del colectivo Al Akhawat (Oumaima Manchit Laroussi, Youssef Taki, Sana El Mokkadim, Karim Khourrou, Aicha Trinidad Gououi y Salma Bechar), Maï Diallo (Canarias) y Miguel Rubio Tapia (Canarias), artistas que provienen de posiciones y lenguajes diversos pero donde todos se enfrentan a narrativas del poder.
Los 12 participantes, seleccionados entre las 843 solicitudes recibidas de 71 países a través de una convocatoria pública, ofrecen nuevas perspectivas y formas de expandir el conocimiento sin encajar en límites preestablecidos, ni sociales, ni temporales. Creadores que navegan entre diferentes líneas y que a nivel curatorial ponen sobre la mesa las inquietudes heréticas del presente en una exposición que invita a enredarse en ella de forma serpenteante.
Los artistas crean diálogos entre ellos que toman posiciones de cuestionamiento que se entrecruzan y se entremezclan formando cuatro narrativas temáticas: Trazando historias, Linajes del presente; Identidades contra corriente; Arraigo al territorio, Violencias a la Tierra; y Transmutaciones metódicas.
Esta proclama, detallan sus comisarias, «llama a contraponer ideas de manera artística y curatorial frente a ideas impuestas por el canon político-social; planteando también un programa público heterogéneo con intervenciones de artistas y otros agentes que añaden puntos de fuga que enriquecen la proclama en la disonancia».
Esta exposición gratuita puede visitarse desde el sábado 5 de octubre hasta el 12 de enero, de lunes a domingos y festivos, de 10.00 a 20.00 h. Además, la Bienal se completa con un nutrido programa de actividades [1] –también gratuitas– que incluye desde proyecciones hasta talleres, pasando por performances y encuentros.
La proclama herética
El personaje herético visto desde el prisma del poder es una confrontación con el statu quo. El acto de proponer alternativas políticas, históricas, identitarias, sexuales o culturales contrarias a la realidad monolítica y hegemónica de los poderes establecidos es un gesto de oposición y de creer en una posibilidad de cambio real que cada vez se encoge más. La proclama puede tomar la forma de texto escrito, voz, pero también de la imagen, la forma visible de la poesía, y muchos otros medios donde se encuentran las fisuras que el poder puede detectar pero no siempre controlar.
¿Es posible avanzar una ruptura con un dogma dentro de una estructura definida por la legitimación y absolutismo del formato institucional y académico? La Bienal pone su propia estructura y los formatos y sistemas en cuestión para abordar la constricción sistemática de nuestras identidades y los formatos de nuestros relatos históricos. Los artistas participantes ofrecen maneras de ver nuevas perspectivas y de expandir el conocimiento sin encajar en límites preestablecidos, ni sociales, ni temporales.