Teresa Lanceta o el arte de tejer

Lanceta comenzó a tejer a principios de los años 70 como medio de expresión artística, forzando los límites de la comprensión de lo que se considera o no arte. «Los nuevos discursos del arte contemporáneo y las nuevas producciones de muchos artistas habían empezado a mostrar como el arte es un lenguaje universal. Lo que es interesante de Teresa es que tenía ya, en ese momento, una creencia firme de que el trabajo artesano, el trabajo hecho con las manos, es arte también», explica Nuria Enguita, comisaria de la muestra.

En palabras de la artista, en esos primeros años, pronto se dio cuenta de que «en España no me rodeaba mucha gente que tejiera, pero a través de mis viajes descubrí que había muchísimos tejedores, pero sobre todo tejedoras. Me emocionó tanto ver que tenía compañeras que comencé un proyecto sobre el Medio Atlas marroquí, donde hacen unos tejidos que me gustan mucho».

Este «proyecto de vida», como ella misma lo define, está dedicado a los tejidos y los saberes de las mujeres tejedoras y comenzó en 1986. El trabajo de Lanceta se ha materializado en tres exposiciones: la realizada a finales de la década de los 80 en el Museo Textil de Barcelona; la que le dedicó el Museo Reina Sofía en 2000 y la presente en La Casa Encendida, y que se prevé que sea el punto final del proyecto.

Un modo de vida

Para las tejedoras nómadas de esa zona, tejer es vivir, algo cotidiano que posibilita que a los tapices se vayan incorporando las historias, los hechos, lo vivido. Los tapices trascienden de su finalidad decorativa o su funcionalidad simbólica y pasan a formar parte de un modo de vida y un saber ancestral y cotidiano. «Me gusta como enfrentaban su propia tradición. Es una tradición que se hereda pero que también se transforma. Cualquier tejedora sabe que tiene la posibilidad de transformarla», asegura la artista.

A Lanceta, tejer le ha permitido comprender un código primigenio y universal que manifiesta claramente su ley interna, ley que traspasa fronteras físicas, temporales y culturales y que alimenta la imaginación creadora y a partir de cual elabora una propuesta personal. Su trabajo reclama la utilidad del arte y la creación colectiva frente a la idea de genio individual. El arte colectivo entendido como el resultado de la creatividad de personas concretas, un código abierto que permite su lectura, transformación y transmisión. Como ella misma explica, «siempre he visto que detrás de estos trabajos hay una persona (casi siempre una mujer) y esto es lo que más me emociona de los tejidos».

La exposición presenta también cinco vídeos realizados a partir de entrevistas con mujeres de la región y familiares emigrantes en España. Además de documentación sobre el arte popular limítrofe al Sáhara y sobre el trabajo de artistas jóvenes de la zona vinculados a la artesanía. Por último, con la colaboración de Nicolás Malevé, Lanceta presenta una cartografía digital de patrones y objetos del Medio Atlas y, con la de Lot Amorós, una instalación interactiva de audio basada en algoritmos.

Tras su paso por Madrid, Adiós al rombo. Teresa Lanceta se mostrará en el Azkuna Zentroa de Bilbao (del 3 de noviembre al 29 de enero) y, finalmente, se presentará en el MARCO de Vigo.