Teniendo como eje central estas donaciones, se exponen un centenar de obras de arte sacro, 75 de ellas pertenecientes al Terra Sancta Museum, en un recorrido expositivo que viaja paralelo al de la historia de las monarquías de España, Portugal, Francia, el Sacro Imperio Romano-Germánico y Nápoles, que hicieron llegar a Jerusalén excepcionales conjuntos artísticos para ser utilizados en el culto y en la ornamentación de la Basílica del Santo Sepulcro y en otros lugares sagrados de este territorio. Así, la muestra sumerge al visitante en el devenir de la propia Jerusalén —la ciudad de mayor simbolismo espiritual para las tres grandes religiones monoteístas— y de su conexión con Santiago, como dos de los grandes centros de peregrinación cristiana del mundo.
También relata la historia de uno de los lugares más destacados del cristianismo, la Basílica del Santo Sepulcro, así como de la comunidad de frailes de la Orden de San Francisco [1], que desde hace ocho siglos custodia este singular patrimonio arqueológico, artístico y litúrgico.
La muestra se completa con otras obras destacadas de las colecciones del Museo Calouste Gulbenkian [2], anterior etapa de la exposición, el Museo Nacional de Arte Antigua de Lisboa o la Biblioteca Nacional de Portugal, además de instituciones gallegas como el Museo de las Peregrinaciones y el Museo de la Catedral de Santiago, el también compostelano Convento de San Francisco, el Museo Massó, o el Museo Catedralicio y Diocesano de Mondoñedo, entre otras.
Periplo internacional
Tras su paso por Versalles, Lisboa y Compostela, la muestra viajará a otros dos destinos internacionales, aún por anunciar, en Europa y Estados Unidos. Posteriormente, estas obras compondrán el núcleo de la colección histórica del Terra Sancta Museum, que abrirá sus puertas en la ciudad vieja de Jerusalén. Este proyecto museístico nació con la voluntad de dar mayor visibilidad a la historia de la presencia cristiana en Tierra Santa y como lugar de encuentro y diálogo entre las distintas religiones. Consta de un núcleo arqueológico en el Convento de la Flagelación, donde ya exhibe sus colecciones, y de un núcleo histórico-artístico, que mostrará este Tesoro del Santo Sepulcro, así como colecciones de arte cristiano oriental en el convento de San Salvador.