A pesar de presentar dualidades evidentes; levedad-gravedad, materia-vacío, volumen-planitud y de tomar diferentes opciones plásticas, ambos artistas presentan intereses plásticos comunes. La naturaleza, el gusto por lo tectónico y el interés por los espacios vacíos son elementos vertebradores para los dos, apelando de modo magistral a los límites entre la bidimensionalidad y la tridimensionalidad.
[1]Como si de un elogio a las sombras se tratara, tanto Tàpies como Chillida detuvieron su mirada en la sutilidad, tantearon constantemente el mundo de la levedad y la delicadeza como muestran las aéreas Gravitaciones de Chillida. Ambos dialogaron también con la solidez, como se aprecia en las pinturas matéricas y de gran tamaño de Tàpies y las sólidas y espaciosas esculturas de hierro y las terracotas (Lurras) de Chillida.
La exposición cuenta con un libro-catálogo [1] que incluye un amplio ensayo de Alfonso de la Torre [2] (Madrid, 1960), especialista en la abstracción española y autor de los catálogos razonados de Pablo Palazuelo, Manolo Millares o Fernando Zóbel, entre otros.
Tras su paso por Madrid, la muestra viajará a la Galería Carreras Múgica de Bilbao.
La selección de piezas incluidas en Tierra y ligereza. Tàpies – Chillida: un diálogo abarca desde obras históricas, cuadros matéricos de las décadas de 1950 y 1960 de Tàpies e importantes hierros de Chillida, como Puerta de la Libertad I de 1983, hasta las potentes Lurras, algunas con grafías de óxido, junto a un destacado grupo de Gravitaciones. También se incluyen varios cuadros de Tàpies de gran tamaño realizados entre los años 70 y 2000, junto a algunos papeles.