La isla de Utopía nunca existió, salvo en la imaginación de Tomás Moro. Este describió la isla en gran detalle, como si realmente existiera. Su mundo onírico contenía ideas revolucionarias tales como una jornada laboral de seis horas, suficiente de todo para todo el mundo, y el derecho a la felicidad suprema. Moro también representó la otra cara del mundo soñado, que incluía un control estricto, falta de privacidad y severos castigos para los disidentes. El escritor inspiró a científicos y autores para pensar sobre la sociedad ideal, dando pie al nacimiento de un nuevo género literario de literatura utópica.
La muestra que acoge la Biblioteca Universitaria de Lovaina reúne manuscritos, cartas originales, antiguas impresiones y curiosidades que ofrecen al visitante una visión única sobre la tradición utópica, además de arrojar luz sobre la vida del pensador, teólogo, político, humanista, traductor, poeta y escritor. Además de en los documentos, Moro está presente físicamente en la exposición, que exhibe una de sus vértrebras cervicales como reliquia, mostrada al público tras haber abandonado temporalmente su sede en el Convento Inglés de Brujas.
Moro fue condenado a muerte por el rey Enrique VIII en 1535, acusado de alta traición por no prestar juramento antipapista frente al surgimiento de la Iglesia anglicana, oponerse al divorcio del monarca con Catalina de Aragón y no aceptar el Acta de Supremacía, que declaraba al rey cabeza de la nueva iglesia. El 6 de julio de dicho año, tras permanecer prisionero en la Torre de Londres, fue decapitado. En 1935 sería canonizado, considerado santo y mártir por la Iglesia Católica Romana.
La exposición ha sido organizada por la Biblioteca Universitaria y el Servicio Arte y Patrimonio de la Universidad KU Leuven.