Esta exposición es especialmente significativa por dos motivos. En primer lugar porque Roig propone al visitante en esta ocasión un abandono de las referencias mitológicas, la teatralidad y el realismo descarnado que emanaban sus instalaciones más recientes, para centrarse en la naturaleza como principal fuente de inspiración.
Por otro lado, porque a la mencionada ruptura temática en la obra del artista se le suma el hecho de que se cumplen nada menos que 25 años desde que Roig expusiera por primera vez en Valencia de la mano de Serratosa, en la que fuese la Galería Bretón. Desde entonces, la capital del Turia se convierte cada pocos años en destino casi obligatorio para sus exposiciones.
Flowers & Faces permite ver a un Bernardí Roig muy diferente y, al mismo tiempo, muy similar al que hemos visto evolucionar a lo largo de las últimas tres décadas. Diferente por la ausencia de elementos tecnológicos, a menudo presentes en sus exposiciones, y similar por la utilización de la ficción literaria como hilo conductor de cada una de sus piezas, así como por la ausencia casi total de color en su obra.