«Ella misma cuenta aquí cómo era su vida, lo que pensaba, lo que sentía y lo que escribía», explica la comisaria de la exposición, Paloma Porpetta. «La muestra se hace aquí en Madrid como homenaje a esta madrileña, ya que es imposible entender a Gloria sin Madrid y, al mismo tiempo, también se produce el efecto contrario, no podríamos entender Madrid sin Gloria Fuertes».
El proyecto expositivo desarrolla la idea fundamental de difundir la obra y la figura de la poeta contextualizándola a través de una muestra documental y audiovisual que recorre la biografía vivencial e intelectual de la escritora. «Gloria Fuertes, poeta. Poeta de los niños, sí, pero también y sobre todo una mujer adelantada a su época, feminista, pacifista, reivindicativa, surrealista, postista, siempre del lado de los desfavorecidos, poeta social por excelencia», apuntaba la entonces delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer.
Su nacimiento en Lavapiés (calle de La Espada, número 3) en el año 1917, en el seno de una familia humilde, marcó su visión del mundo (el suburbio es su universidad) y de sí misma (su temprana vocación de poeta). La guerra, el hambre, la censura, la posguerra, las desigualdades sociales, las penurias, además de su condición de mujer en una época donde ellas se encontraban relegadas a un segundo plano, silenciadas.
Fuertes escribe lo que ve, lo que siente, pone voz a quienes no la tienen, lucha por la igualdad, por la libertad, del único modo que sabía hacerlo: con la poesía. Literariamente participa del postismo, pero a través del humor, del surrealismo y, sobre todo, de la poesía social, que se desarrolla a partir de la posguerra en España, dirigida a esa inmensa mayoría, pero siempre de una forma muy «glorista»; extremadamente peculiar.
Rompiendo esquemas
Una voz diferente que si bien obtuvo reconocimiento en las décadas de los sesenta y los setenta, siendo una de las pocas mujeres que figuraban en las antologías más importantes, su voz poética destinada a los adultos se ve eclipsada por el auge de su poesía infantil, de la que, como decía Montserrat del Amo, “fue la gran descubridora”.
[1]Su participación en programas de TVE como Un globo, dos globos, tres globos o La cometa blanca la convirtieron en una poeta muy popular, una excelente comunicadora que consigue que la poesía llegue a todos los hogares. Por eso, esta exposición no tiene un aire de homenaje póstumo, sino un tratamiento vivo y actual, donde las imágenes, los objetos y material de archivo, los audios y sobre todo, sus poemas, ayudan a conocer y a comprender a Fuertes en su totalidad, sin fragmentaciones, rompiendo esquemas predeterminados sobre su obra.
«Podemos decir que Gloria, desde su infancia, respira, vive, sueña, sufre, ama desde su condición de poeta. Fuertes no es poeta, está poeta, desde la mañana a la noche, cada día, cada mes, cada año, hasta los últimos instantes de su vida», apostilla Paloma Porpetta.
La exposición se estructura siguiendo un criterio cronológico, estableciendo bloques temporales desde las perspectiva biográfica, literaria e histórica, utilizándose poemas autobiográficos de la autora como pautas narrativas. En cuanto a las piezas expuestas, el material es original e inédito. Procede prácticamente en su totalidad de los fondos del Archivo Gloria Fuertes, custodiados por la Fundación que lleva su nombre.
Además de estos fondos se presenta una pieza de la colección particular de Miguel Losada y varios objetos personales provenientes de la colección particular de Ismael Peña, cantante y amigo personal, al que ella legó los enseres del piso donde vivía en la calle Alberto Alcocer de la capital.