Comisariada por Carlos Sánchez, la muestra rinde homenaje a la belleza monumental de este conjunto y de su entorno natural, Patrimonio de la Humanidad desde 1984 y uno de los iconos artísticos de España, a través de una mirada íntima y personal a sus jardines y palacios por dos artistas únicos.
En la exposición se contraponen las personalidades de ambos fotógrafos, mientras que Jean Laurent (1816-1886) destacó siempre por mantenerse al día en los avances tecnológicos que se producían en la fotografía del siglo XIX y él mismo fue el artífice de varios, Fernando Manso [1] (1961) es firme defensor de la fotografía analógica y ha utilizado para este trabajo una cámara de placas. El resultado es una muestra muy poética, que ofrece al espectador una visión meditada, diferente e inédita del monumento granadino.
Fotógrafo tradicional
Aunque sus inicios fueron como publicitario, Manso lleva ya más de dos décadas dedicado a la fotografía artística con las mismas técnicas del siglo XIX. Su visión romántica de la fotografía le hace perseguir que la luz y los elementos confluyan para permitirle captar el instante mágico. Conseguir ese instante pretendido le lleva a largas esperas hasta obtener el ansiado momento.
En concreto, este proyecto fue un encargo de la editorial TF, que en 2012 le propuso la realización de un libro ‘diferente’ sobre la Alhambra. A partir de entonces, Manso se introduce de lleno en este trabajo durante todo un año, «soy un fotógrafo muy tradicional, con la cámara de placas trabajé durante más de 500 horas, en las que realicé sólo 109 disparos, de los que se eligieron 103 para el proyecto del libro y 35 para esta exposición», explica.
El diálogo con Laurent fue una propuesta posterior del MAN, «también ha sido para mí una sorpresa encontrarme con este icono de la fotografía del siglo XIX. Hasta hace 15 días no había visto sus fotografías y me he encontrado con lugares de la Alhambra pero con una visión completamente diferente», afirma el artista. «Laurent fue un adelantado a su época y yo soy tradicional, quiero conservar esa forma de trabajar. No hago nada digital sino sólo negativo puro».