El arte de los libros y las revistas alcanza su máximo esplendor con las vanguardias de comienzos del siglo XX y cobra especial relevancia en la Unión Soviética. Aquella transformación fue protagonizada por las vanguardias artísticas, que sentían la necesidad de representar nuevos significantes que, a su vez, requerían de un medio de expresión más apropiado. Dicha transformación fue posible gracias a la alianza entre artistas y diseñadores gráficos, y a las estrechas conexiones de estos con el ámbito poético-literario tan característico de la época.
Con la imposición del realismo socialista, artistas como El Lissitzky o Rodchenko no pudieron seguir desplegando su creatividad. Se vieron obligados a desarrollar un estilo narrativo épico, que mostraba una imagen positiva del país y enmascaraba las grandes purgas que se estaban llevando a cabo y que empujaron a la muerte a millones de personas, muchas de ellas intelectuales, artistas y escritores.
Todo el material expuesto procede del Archivo Lafuente, cuya colección de vanguardia rusa y realismo soviético cuenta con más de 1.300 piezas.