[1]El punto de partida de esta obra es el encuentro casual de cinco personajes en un café. A través de momentos y conversaciones viajarán por diferentes instantes de sus vidas en un período que comprende desde los años sesenta hasta nuestros días. En una realidad donde el tiempo parece no existir, poco a poco la relación entre ellos irá saliendo a la luz hasta descubrir secretos y sentimientos que permanecían ocultos.
Venus propone al espectador el reto de viajar en el tiempo sin otros vehículos que su propia imaginación y la complicidad con el juego atemporal que los actores representan constantemente. Nace de la necesidad de explorar nuevos lenguajes y retos narrativos que huyen de la fórmula clásica para investigar diferentes opciones que solo el teatro, con su planteamiento en acuerdo con la voluntad de imaginar del espectador, puede ofrecer, rompiendo así las barreras del espacio y el tiempo.
Ariana Bruguera, Diego Garrido, Nuria Herrero, Antonio Hortelano y Carlos Serrano-Clark se ponen al frente de un montaje que habla de las cosas que no se dicen, de las que no se hacen y de las consecuencias que estas tienen en nuestras vidas a través de los años. Habla también de las segundas oportunidades y de cómo vemos las cosas de distinta forma a través de la perspectiva de los años y del paso del tiempo. El resultado es un espectáculo que da un protagonismo absoluto a lo que no se dice, a lo que no se hace, a todas esas cosas que quedan pendientes y pesan mucho más de lo imaginable.