Aunque trabajó como niñera durante casi toda su vida, Vivian Maier [1] fue descubierta por John Maloof [2] como fotógrafa de calle y de viajes en 2007, en una casa de subastas locales en Chicago. Siempre con una Roleiflex alrededor del cuello, Vivian se las arregló para acumular más de 2.000 rollos de película, 3.000 fotografías impresas y más de 100.000 negativos que, aparte de ella, prácticamente nadie más contempló durante su vida.
Imágenes indelebles
Sus fotografías en blanco y negro son imágenes indelebles de la arquitectura y la vida callejera de Chicago y Nueva York, sobre todo de los años 50 y 60. Rara vez tomó más de un fotograma de cada imagen y se concentró sobre todo en los niños, mujeres, ancianos e indigentes.
La amplitud del trabajo de Maier también revela una serie de sorprendentes autorretratos así como fotografías de sus viajes por Egipto, Bangkok, Italia y el suroeste de Estados Unidos, entre decenas de otras ciudades internacionales.
«Mi fascinación por su historia no ha hecho más que aumentar con el tiempo, así como mi implicación con sus fotografías. Es una historia tan insólita que incluso no tiene ni final. Al principio sus imágenes son fotografías muy buenas, la calidad de vida en la calle, en la ciudad de Nueva York y Chicago. Pero cuando se observa el conjunto de su trabajo, se revelan sus intereses más profundos. Entonces, uno trata de imaginar quién era ella, lo que le motivó, su personalidad. No sucede todos los días que me involucro e incluso obsesiono con un fotógrafo particular», comenta Howard Greenberg, director de la Howard Greenberg Gallery de Nueva York, una de las más prestigiosas del mundo en el campo fotográfico.
La muestra ha sido comisariada por Anne Morin y está producida íntegramente por diChroma photography. Posteriormente viajará a Tours, Gante y Gotemburgo, entre otras ciudades.
Trabajo de investigación
Lo poco que se conoce acerca de la vida de Maier es el resultado de una exhaustiva investigación de John Maloof. Descubrió su obituario en la red en 2009, pero fue sólo el comienzo de su trabajo de investigación.
Estadounidense de ascendencia francesa y austrohúngara, Maier dividió su vida entre Europa y Estados Unidos, regresando a Nueva York en 1951. En 1956, finalmente, se instaló en Chicago, donde trabajó como niñera durante más de cuarenta años.
Durante un tiempo, en los años 70, trabajó con los hijos del periodista Phil Donahue. En sus últimos años, Maier fue ayudada por los niños que había cuidado a principios de los 50. Sin saberlo ellos, uno de los armarios de Maier (conteniendo una gran parte de sus negativos) se subastó debido a pagos por deudas.
Tras comprar la primera colección de fotografías de Maier en 2007, Maloof adquirió más de otro comprador en la misma subasta. Desde entonces ha establecido la colección Maloof para promover la obra de Vivian Maier y salvaguardar el archivo para las generaciones futuras.
El archivo consta de entre 100.000 y 150.000 negativos, alrededor de 3.000 fotos impresas, cientos de rollos de película, películas caseras, entrevistas de audio y otros elementos, que representan aproximadamente el 90% del trabajo de Maier.
powerHouse Books [3] ha editado el libro Vivian Maier: Street Photographer, con más de 100 ilustraciones, y en estos momentos se está rodando el documental Finding Vivian Maier, realizado por Maloof.