Un total de 90 expositores, que presentan alrededor de 18.000 piezas de alto valor artístico: muebles, antigüedades clásicas, relojes, porcelanas, lámparas, plata, cristal, alfombras y tapices, arte africano, joyas, elementos arquitectónicos, instrumentos científicos, mapas y otros objetos de arte, confirman la calidad y diversificación de la Feria, que vuelve a convertirse, además, en un importante punto de encuentro para los amantes de la pintura y las artes plásticas [1] de todos los tiempos.
Feriarte, según Luis Eduardo Cortés, presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA, siempre ha sido muy atractiva debido a la gran tradición de patrimonio y antigüedades que existe en nuestro país. En esta edición se ha abierto el espectro para revitalizar la Feria y hacerla más atractiva. Así se establecen nuevas sinergias que armonizan con ella y, al tiempo, mantienen su esencia.
Vinos, coches, diseño
Feriarte cuenta en esta edición con una nueva sección expositiva, Art & wine, donde los amantes del ‘arte del buen vino’ podrán disfrutar de un completo programa de catas diarias ofrecidas por algunas de las bodegas más prestigiosas de España. Además, los aficionados al motor encuentran un hueco en la exhibición de coches y motos antiguas donde se muestra, entre otros, un Bebe Peugeot de 1913 diseñado por Ettore Bugatti.
El diseño también tiene cabida en el espacio D21, compuesto por una selección de objetos comisariada por la galerista de diseño italiana Rossana Orlandi. Ana Larrañaga, directora de Feriarte, explica que este nuevo espacio acoge un diálogo artístico entre diseñadores del siglo XXI. Las piezas seleccionadas han sido hechas a mano y tienen una tirada limitada. Esta nueva plataforma de diseño acoge 16 piezas de 15 diseñadores internacionales, todas ellas creadas en exclusiva para la Feria.
De otras culturas
Las artes decorativas hacen su entrada en esta edición, dándole actualidad y dinamismo al evento. Cada vez hay un mayor número de coleccionistas que compran objetos decorativos. Feriarte, consciente de ello, se ha adaptado a la nueva situación del mercado para responder con mayor efectividad a la demanda.
La pieza más antigua de esta edición está fechada entre los años 700 y 300 a.C. Se trata de una momia egipcia de una mujer joven, de entre 20 y 30 años, de 137 centímetros de longitud y 27 centímetros de anchura, que se presenta en un sarcófago en madera estucada y policromada.
Por su parte, el arte asiático, africano y precolombino también tiene una amplia representación a través de máscaras, esculturas y tocados.
Cuidada selección
Pero Feriarte tiene muy en cuenta su objetivo principal: el mercado artístico. Por ello, la obra expuesta está cuidadosamente seleccionada para satisfacer al visitante y al comprador.
Alberto Bartolomé, presidente del Comité de Expertos de la Feria, explica que el proceso se inicia cuando este equipo califica a los expositores que quieren participar en el encuentro. Más tarde, cuando los seleccionados presentan sus piezas, se las examina para certificar qué obras se expondrán finalmente. Este Comité está dividido en grupos con expertos en cada campo artístico, en total unos 50 profesionales participan en esta intensa tarea.
Con una entrada a 10 euros, los aficionados y coleccionistas tienen hasta el domingo para realizar un amplio recorrido por el arte de todos los tiempos, un viaje apasionante y más completo que nunca.