Miguel González Suela, subdirector de Museos Estatales, presenta el proyecto Cinco museos. Otro Madrid como «un nexo de unión entre cinco museos que ofrece una visita agradable y reiterada para fidelizar al público».
El origen de este trabajo se remonta al año 2012, un momento en el que comenzaron una serie de acciones conjuntas para darse a conocer y promocionar diferentes aspectos de la cultura que les une.
Para fomentar este nuevo itinerario cultural se ha creado un abono para la visita conjunta, que se podrá adquirir por un precio de 12 euros en las taquillas de cada uno de ellos y permitirá visitar en 10 días las cinco sedes. Pero además, con la compra del mismo, el usuario recibirá una tarjeta de fidelización con validez de un año, que le permitirá a él y a un acompañante visitar de formar gratuita esta cinco instituciones todos los sábados.
Además, los usuarios de esta tarjeta contarán con una serie de ventajas y promociones exclusivas, como sorteos de visitas guiadas a la exposición permanente o exposiciones temporales, invitaciones a inauguraciones, comunicación preferente de las actividades, reserva de asientos para conciertos, etc., todo ello buscando crear un vínculo emocional entre el público y sus museos.
Elegantes palacetes
Sofía Rodríguez Bernis, directora del Museo Nacional de Artes Decorativas; Lourdes Vaquero, directora del Museo Cerralbo; Elena Hernando, directora del Museo Lázaro Galdiano; Asunción Cardona, directora del Museo del Romanticismo, y Consuelo Luca de Tena, directora del Museo Sorolla, han sido las encargadas de recordar las características comunes que encierran estos cinco espacios.
Todos remiten al concepto de ‘casa museo’, elegantes palacetes que envuelven al visitante con un fuerte poder de evocación y que crean ambientes singulares en torno a sus colecciones. Todos ellos conservan, además, la memoria de la vida social y cultural de los personajes que los fundaron: Joaquín Sorolla; el marqués de Cerralbo, José Lázaro Galdiano y el marqués de la Vega Inclán (fundador del Museo del Romanticismo), que fueron coleccionistas entusiastas y cosmopolitas, y la duquesa de Santoña, dueña del palacete decimonónico que alberga desde 1934 el Museo de Artes Decorativas.
Los edificios donde se asientan estos cinco museos no sólo pertenecen a la gran época del palacete urbano (finales del siglo XIX y principios del XX), un período de desarrollo urbanístico en la ciudad de Madrid, sino que atesoran la belleza de la que se rodearon sus dueños y son testimonio de su deseo de compartirla, contribuyendo así a la educación y al disfrute de sus conciudadanos.
Además ofrecen al público «magníficas colecciones, cada una de ellas destacada en su ámbito, y experiencias que difieren de las de los grandes museos», destaca Luca de Tena.
Ruta artística
En definitiva la ruta Cinco museos. Otro Madrid pretende dar a conocer un nuevo itinerario y reforzar la presencia de las cinco instituciones que lo conforman en el panorama cultural, turístico y de ocio madrileño.
El Museo Cerralbo muestra la ambientación decorativa original de una residencia aristocrática de finales del siglo XIX, escrupulosamente recuperada en la primera década del siglo XXI. Exhibe las colecciones reunidas y legadas al Estado por Enrique Aguilera, XVII marqués de Cerralbo (1845-1922), político, arqueólogo y apasionado coleccionista. Antigüedades, pintura y escultura de los siglos XVI al XIX se distribuyen de forma armónica por un recoleto palacete con jardín en el centro de Madrid.
El Museo Lázaro Galdiano se encuentra situado en la que fuera la residencia del editor y coleccionista José Lázaro Galdiano (1862-1947), lugar que, a principios de siglo XX, sirvió de escenario para fiestas, conciertos, banquetes y tertulias literarias o artísticas. Expone parte de las más de 12.000 piezas que adquirió Lázaro Galdiano en el transcurso de su vida, creando una de las colecciones privadas más completas de la época, donándola a su muerte al Estado.
El Museo Nacional de Artes Decorativas está dedicado a la vida cotidiana del pasado y del presente. La colección permanente sumerge al espectador en la intimidad de las habitaciones de otras épocas. Las exposiciones temporales están preferentemente dedicadas al diseño contemporáneo, y a los diseñadores y artistas, consagrados o jóvenes, que crean nuestro entorno. Además descubren al visitante muchos de los tesoros que albergan sus almacenes.
El Museo Nacional del Romanticismo propone un viaje a una época fascinante. En este palacete, situado en pleno centro de Madrid, se recrean los ambientes, las estancias y la forma de vida de la burguesía adinerada del siglo XIX. Paseando por el salón de baile, el comedor, las salas privadas de los señores de la casa o el jardín, el visitante conocerá a los principales protagonistas del Romanticismo en España.
El Museo Sorolla conserva el ambiente original de la vivienda y taller del pintor Joaquín Sorolla y Bastida (1863 -1923). Custodia la más rica colección de sus obras, pinturas llenas de color que irradian luz y vitalidad. Es una de las casas de artista más completas y mejor conservadas de Europa y su jardín, también diseñado por él, constituye un oasis en la ciudad.