De esta forma, el Prado supera su anterior mejor registro histórico, el de 2019, cuando atrajo a 3.203.417 visitantes. «Un museo no se puede medir solamente por el número de visitantes pero, sin duda, tener un público amplio es algo que siempre te produce una enorme satisfacción», destaca Miguel Falomir, su director, quien considera que «ha sido un año realmente muy prolífico en cuanto a la cantidad, la calidad y la variedad de actividades. Solamente en la sede madrileña [1] hemos ofrecido ocho exposiciones».
Además, los ingresos por venta de entradas alcanzaron los 25.971.283 euros, un incremento del 49,88% con respecto al año pasado. Del total de visitas, 1.5547.213 (un 48,21%) han accedido de forma gratuita: «Creo que uno de los timbres de honor del Prado es que sea probablemente el museo europeo con más horas de gratuidad», subraya el director.
Según el estudio que realiza anualmente la pinacoteca, un 50,3% de los visitantes procedieron del extranjero, datos muy similares a los del año pasado. La media diaria se elevó hasta 8.954 personas, lo que supone la cifra más alta desde que existen registros. El público sigue siendo joven (el 35% tiene entre 18 y 34 años), pero la edad media del visitante (45 años) es mayor que la del año pasado (38 años). Se trata de un público mayoritariamente femenino (57%), con estudios superiores (81%) y con ocupación estable (56%).
La satisfacción con los servicios disponibles y la valoración general de la visita obtienen por parte del público una puntuación media de 9,1 y 9,4 respectivamente (sobre 10 puntos). La duración media de la visita fue de dos horas (cuatro minutos más que el año pasado).
Por otro lado, el proyecto en línea del Prado cuenta ya con más de 4,4 millones de seguidores en las redes sociales, lo que supone un incremento de casi el 20% con respecto al año anterior.