La gran exposición dedicada a Salvador Dalí, una de las muestras más importantes de la temporada y una de las más completas realizadas hasta el momento del genio catalán, cierra sus puertas el próximo 3 de septiembre, por lo que sólo quedan 15 días para que los más rezagados se queden sin verla.
Para entender al Dalí global
Con más de 200 obras procedentes de algunos de los museos más importantes del mundo, la exposición Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas [1] refleja al Dalí global, aquel pintor, pensador, escritor y creador de una particular visión del mundo [2] que supo interpretar como pocos el papel cambiante del artista en la nueva sociedad de consumo y entender como nadie la importancia de los medios de comunicación, la publicidad y lo popular.
“Aunque posiblemente una de sus mejores obras sea su propia biografía. Ese personaje que creó ha generado mucho ruido, mucha anéctoda y por eso queríamos volver al Dalí esencial, al artista que es una figura fundamental en el arte del siglo XX”, comentaba Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía de Madrid, en la apertura de la misma.
Ciclo audiovisual como remate
Para los dos últimos días de agosto, se ha programado el maratón Delirio final. Dalí audiovisual, un recorrido conjunto por la producción en cine, vídeo y televisión de Salvador Dalí, en el que se proyectarán de manera ininterrumpida piezas de cine, documentales, happenings y anuncios.
Durante casi cinco horas de proyección repetidas en dos días, Delirio final. Dalí audiovisual argumenta que la relación entre el artista y la cultura de masas es crucial para entender su obra, pero también para replantear una idea de otra modernidad, espectacular y multitudinaria, propia de los años 30.