La retrospectiva, que puede considerarse como una “exposición de exposiciones”, reúne en torno a 250 piezas, entre obras y material documental, para mostrar las múltiples facetas que desarrolló Marcel Broodthaers (Bélgica, 1924 – Alemania, 1976). El público que asista el museo alemán podrá contemplar hasta el próximo 11 de junio importantes obras del autor procedentes de prestigiosas instituciones como el MoMA de Nueva York, la Tate Gallery de Londres, la National Gallery de Washington, la National Gallery of Scotland, el MACBA de Barcelona, o el centro Georges Pompidou de París.
La extraordinaria producción de Broodthaers durante las décadas de los años 60 y 70 le convirtió en uno de los creadores más importantes del panorama internacional, con una influencia que continúa vigente a día de hoy. Marcel Broodthaers no comenzó su actividad dentro de las artes plásticas hasta aproximadamente cumplir los cuarenta años, habiéndose dedicado anteriormente a la fotografía, literatura, poesía y crítica artística. Cultivó diversas disciplinas como la escultura, pintura o el cine, además de realizar una serie de exposiciones concebidas como dispositivos de presentación de su propio trabajo.
La de Marcel Broodthaers no es la única exposición de proyección internacional en la que el Reina Sofía es partícipe este año. Actualmente, en el edificio Sabatini del Museo se pueden visitar las exposiciones Art et Liberté. Ruptura, guerra y surrealismo en Egipto (1938-1948) [1] –procedente del Centro George Pompidou de París y que más tarde viajará a Düsseldorf también y a Liverpool– y Bruce Conner. Es todo cierto [2], que ha sido organizada por The San Francisco Museum of Modern Art en colaboración con el Reina Sofía y ha llegado a Madrid tras pasar por Nueva York y San Francisco.
En 2016, el Museo también preparó varias muestras que viajaron al extranjero. Con fondos de su Colección organizó en el Museo Amparo de Puebla (México) la exposición Fotos & libros. España 1905-1977 [3], una revisión de la historia de la fotografía española desde principios del siglo XX hasta mediados de los años setenta mediante fotolibros. Asimismo, las ciudades japonesas de Kyoto y Tokio albergaron el pasado verano la exposición Salvador Dalí [4], en la que se mostraron fondos del Museo Reina Sofía.