Entre las 265 piezas expuestas se presentan más de 50 fotografías –muchas de ellas históricas–, nueve maquetas, documentos, postales, grabados, planos y objetos de la vida cotidiana de la institución que permiten al visitante aproximarse a la historia del Museo. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, el nombramiento de Picasso como director, el Premio Princesa de Asturias concedido en 2019, un cartel informativo de los precios de entrada en la década de los años 20 o un armario con herramientas y útiles históricos de restauración.
Comisariada por Víctor Cageao, director de Inmuebles y Medio Natural del Patrimonio Nacional y anteriormente coordinador general de Programación del Prado, con el apoyo de la documentalista Teresa Prieto, la instalación ocupa las salas 100, 101 y 102, originales de Juan de Villanueva, completamente remodeladas según el diseño de la arquitecta Desirée González.
Hilo conductor
El Prado abrió sus puertas el 19 de noviembre de 1819 bajo el nombre de Real Museo de Pintura y Escultura y aquel día en sus muros colgaban 311 obras, todas ellas de pintores españoles. Tomando la evolución de su arquitectura como hilo conductor, la instalación plantea una reflexión sobre las vicisitudes históricas y políticas que han transformado aquel primer Real Museo en la institución pública de relevancia internacional que es hoy.
El recorrido, organizado en nueve secciones cronológicas, se inicia a finales del siglo XVIII, con el proyecto de Villanueva para sede de la Academia de Ciencias Naturales y Gabinete de Historia Natural, y finaliza con el de rehabilitación del Salón de Reinos de Foster & Rubio, que culminará el Campus Prado.
En paralelo, la muestra presenta también los cambios y modificaciones de la imagen pública del Museo, su personal, sus publicaciones e investigaciones, sus públicos y sus principales exposiciones y actividades. Transformaciones físicas, históricas, políticas y sociales reunidas en una selección de pinturas, esculturas, documentos, maquetas, postales, planos, fotografías, grabados, dibujos, publicaciones y objetos que buscan reforzar el vínculo afectivo de los españoles con su Museo y contextualizar su historia.
Entre las numerosas piezas expuestas se encuentran dos obras de Fernando Brambila [1] procedentes de Patrimonio Nacional; dos maquetas y un dibujo de Rafael Moneo; una maqueta de Norman Foster; numeroso material documental; siete esculturas; 12 monedas y medallas; y cuatro maquetas de nueva factura para este montaje que reflejan las diversas ampliaciones del Museo.
Historia del Museo del Prado y sus edificios se complementa con una producción audiovisual en 4K y una aplicación interactiva. La pieza audiovisual, de cinco minutos de duración, combina imágenes históricas del museo, grafismos, ilustraciones, técnicas de modelado y animación 3D para recrear la evolución arquitectónica del Museo desde la construcción del edificio Villanueva hasta nuestros días.