«Ponemos este museo a disposición de la ciudad de Málaga, el museo estatal de mayor tamaño ubicado en Andalucía que pasará a ser gestionado por la Junta», ha señalado Méndez de Vigo. En su intervención se ha referido a las actuaciones de su departamento que «han comprendido, por una parte, la rehabilitación y renovación integral de este edificio para devolverlo al lugar principal que debe ocupar en el patrimonio histórico-artístico de la ciudad».
«Por otra parte –ha recordado– hemos realizado una nueva instalación de la colección permanente con un discurso museográfico actualizado para comunicar, de la manera más clara posible, la importancia y singularidad de los 17.500 bienes culturales que aquí se custodian, procedentes de los antiguos Museos de Bellas Artes y Arqueológico de la ciudad».
Por su parte, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha destacado que «desde estos momentos vamos a ofrecer al conjunto de Andalucía y a España una de las redes museísticas más importantes de Europa». La Aduana, unida al cercano Museo Picasso Málaga, «convertirá la ciudad y su centro histórico en un foco cultural de extraordinario interés y va a relanzar un centro histórico en el que también encontramos la Catedral, el Teatro Romano y la Alcazaba».
Díaz ha explicado que la inauguración del Museo de Málaga es un día esperado porque viene a poner el colofón a «muchos años de negociaciones, acuerdos y obras», y también reconfortante, porque «demuestra que cuando las instituciones cumplen con lo que quieren los ciudadanos, se tiene la conciencia y la satisfacción de haber cumplido con nuestro compromiso de servicio público».
Rehabilitación y adecuación
La rehabilitación y adecuación museográfica del Palacio de la Aduana, desarrollada por la Administración central entre 2009 y 2014, incluyó la dotación de 4.456 metros cuadrados de espacios expositivos. En ellos se mostrarán 2.700 del total de 17.000 piezas y obras que conforman la colección de las antiguas sedes de Bellas Artes y Arqueología, clausuradas en 1996 y 1997, respectivamente.
La sección de Arqueología cuenta con unas 2.000 piezas procedentes en su mayor parte de yacimientos de la provincia, con una cronología que se extiende desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Destacan las esculturas de mármol de la Colección Loringiana, los fondos fenicios y romanos y las producciones cerámicas y de maderas talladas musulmanas.
Entre otros elementos singulares se expondrán en el Palacio de la Aduana los restos óseos del neanderthal de Zafarraya, el material lítico del Paleolítico de Nerja, el medallón fenicio de Tramayar, los recientes hallazgos de la tumbas de Chorreras y del casco histórico malagueño, el mosaico del Nacimiento de Venus y las colecciones cerámicas de loza dorada procedentes de La Alcazaba.
Colección de Arte
La colección de Arte destaca, sobre todo, por la pintura del siglo XIX, con cuadros de Joaquín Sorolla, Federico de Madrazo, Vicente Palmaroli, Enrique Simonet, Francisco Domingo Marqués, Emilio Sala, Martínez Cubells, Jiménez Aranda, Juan Antonio Benlliure y Enrique Mélida. A ellos se suman obras representativas de la producción malagueña, especialmente de pintores como José Gartner, Emilio Ocón, Bernardo Ferrándiz, José Denis Belgrano, Fernando Labrada, Antonio Muñoz Degrain, José Moreno Carbonero, José Nogales o Enrique Simonet.
Del siglo XX sobresale la producción de vanguardia de José Moreno Villa y la colección de obras de Picasso procedentes del Legado Sabartés, así como la muestra de arte local de las generaciones de los años 50 y 80.
Como obras singulares destacan en la colección las pinturas Ecce Homo y Dolorosa, de Luis de Morales; San Francisco de Asis, de Murillo; Bebedor vasco, de Joaquín Sorolla; El viejo de la manta, de Picasso; Esclava en venta, de José Jiménez Aranda; El milagro de Santa Casilda, de José Nogales, y Anatomía del corazón, de Enrique Simonet, además de esculturas como Cabeza de San Juan de Dios, de Fernando Ortiz, o San Antón, de Pedro de Mena.
Obra de arte en sí mismo
A la importancia que ofrece el periodo histórico de la Málaga del siglo XIX en la colección de arte se suma la propia elección como sede de un edificio tan representativo de la época como el Palacio de la Aduana. Con más de 18.402 metros cuadrados construidos, el inmueble es ya una obra de arte en sí mismo.
Edificado a finales del siglo XVIII para dotar a Málaga de una aduana acorde con el creciente comercio marítimo de su puerto, este palacete neoclásico fue diseñado por Manuel Martín Rodríguez con una clara influencia del estilo de Sabatini. Utilizado durante décadas como sede administrativa y comisaría, el proyecto de su rehabilitación y adaptación devolvió al edificio la cubierta original diseñada a dos aguas que se perdió en un incendio de 1922.
En el Museo de Málaga se explican las colecciones que a lo largo del tiempo han ido depositándose en esta institución histórica y que permiten conocer y reflexionar sobre muchos momentos de la historia de Málaga y su provincia. Se aparta, por tanto, de las tendencias consagradas en otros museos similares, en tanto que se establecen como eje central del discurso expositivo las colecciones, con su origen y periplo hasta el momento en el que cada obra se presenta al visitante mostrando sus valores históricos y artísticos. El Museo de Málaga no cuenta una historia lineal ni intenta mostrar con otras colecciones los vacíos de la historia, sino que explica el porqué de dichas ausencias en determinadas épocas, respondiendo así a la historia singular del territorio malagueño.