Éste será el museo de titularidad estatal gestionado por la Junta de mayor tamaño y acogerá las colecciones de arte y arqueología del Museo de Málaga –formadas por más de 15.000 piezas– en una única sede. Contará con unas infraestructuras modernas y renovadas que le permitirán cumplir con su misión y funciones una vez que la Junta de Andalucía culmine las actuaciones necesarias para su inauguración y apertura al público.
Las actuaciones e intervenciones han supuesto una inversión del Ministerio cercana a los cuarenta millones de euros y siete años de trabajos. Han incluido, por un parte, la rehabilitación y renovación integral del edificio, y por otra, el desarrollo de una nueva museografía para su exposición permanente que reúne bajo un nuevo discurso las colecciones de arqueología y de bellas artes, muchas de las cuales ha sido objeto de restauración.
Gran emplazamiento
El Palacio de la Aduana es un edificio neoclásico situado en un gran emplazamiento, en el casco histórico de la ciudad, junto al teatro romano y la alcazaba árabe. La intervención destaca por su respeto a los valores del edificio histórico, al mismo tiempo que propone la incorporación de un lenguaje arquitectónico contemporáneo, especialmente en el diseño de la cubierta que desapareció en un trágico incendio en 1922.
La obra realizada respeta y potencia la condición histórica del edificio, a la vez que se facilita la implantación de la institución en el monumento, proporcionando una adecuada distribución espacial y una disposición racional de los núcleos de comunicación, para un mayor disfrute de los visitantes.
La gran variedad de piezas que conforman las colecciones del Museo son de carácter arqueológico y artístico (alberga, por ejemplo, la mayor colección de obras en depósito del Museo del Prado, más de cien), vinculadas ambas al fenómeno del coleccionismo privado y la labor investigadora que llevó a cabo la potente burguesía malagueña durante el siglo XIX. Por ello, el hilo conductor de la exposición permanente se centra en explicar la formación de las colecciones a partir de dos núcleos fundamentales: el Museo Loringiano y la labor de la Academia de Bellas Artes de San Telmo.
Con esta finalidad, tanto la Junta como el Ministerio han procedido a realizar una labor de restauración de los fondos, especialmente los arqueológicos, entre los que destaca la colección formada por las piezas reunidas por los Marqueses de Casa-Loring en su finca de la Concepción.
Si se cumplen los plazos dados por la Junta, el Museo abrirá sus puertas este mismo año. Sus colecciones llevan 19 años almacenadas en busca de ese destino.