Rubén Grilo. Cortesía de Future Gallery, Berlín, y Nogueras Blanchard, Madrid – Barcelona.

A través de diferentes elementos complementarios en diálogo, el ciclo de exposiciones del Espai 13 revisa las relaciones que se establecen entre las distintas fases de la creación artística: la investigación, la elaboración del proyecto y su formalización posterior, así como la producción y la presentación del trabajo final.

El título del ciclo remite a un tríptico de Joan Miró, Pintura de fondo blanco para la celda de un solitario (1968), en el que tres telas blancas atravesadas por una línea negra en movimiento evocan para Manen la dimensión temporal y progresiva de la obra de arte. En sus palabras, «en el momento en que el factor temporal entra en la definición de la obra de arte, en el momento en que la obra de arte deja de ser un objeto parado que supera el tiempo presente abriéndose camino hacia una supuesta inmortalidad, empieza a ser necesario evidenciar el proceso de trabajo como parte resultante».

El tiempo

Cortesía El Palomar.

Con el objetivo de generar reflexiones sobre este proceso, Martí Manen ha diseñado cuatro proyectos, un simposio y una publicación. Los artistas Rubén Grilo, Sofia Hultén, El Palomar (Mariokismme y R. Marcos Mota) y Rosana Antolí firman las exposiciones del ciclo, cuatro propuestas en las que la indagación sobre el tiempo es el elemento central.

El comisario las describe como «obras de arte que se plantean como preguntas sobre lo perenne y lo caduco, proyectos expositivos que se amplían a momentos más allá del propio espacio de presentación. Cuatro artistas con propuestas diferentes entre sí pero con un interés común por captar historias dentro del arte, proponer situaciones a los visitantes y preguntarse, desde la incertidumbre, qué está ocurriendo».

Retrato poliédrico

Manen destaca la complementariedad de los perfiles de los artistas que se encuentran en distintos momentos de sus trayectorias. Los cuatro forman un retrato poliédrico de los procesos actuales de creación y exposición, basculando entre la performatividad y la definición de la historia, entre la política y los espacios, entre el pensamiento y las emociones.

Es importante el regreso de dos artistas como Rubén Grilo y Rosana Antolí, que han vivido etapas formativas en Barcelona y han sido parte del contexto artístico de la ciudad en diferentes momentos. Sofia Hultén, con su trabajo en torno al objeto, propone para el ciclo un gesto emocional a partir de objetos encontrados. Según el comisario, una exposición, más allá de la forma que tome o el contenido que muestre, es un acontecimiento que reverbera en el tiempo hacia el pasado y hacia el futuro. En concreto, vista desde el prisma del tiempo, una exposición en el Espai 13 es un momento dentro de la carrera de un artista, un hito clave en la trayectoria de un creador emergente.

En el marco de este ciclo también tendrá lugar un simposio en colaboración con Bonniers Konsthall de Estocolmo y la participación de destacados representantes de centros de arte y museos de arte moderno y contemporáneo de Europa y Estados Unidos. Previsto para la primavera de 2016 será un momento para pensar y replantearse cómo trabajar con los tiempos del arte.

Rosana Antolí. Endless Dance Performance. Londres, 2015.