Propiedad del Philadelphia Museum of Art, Prometeo encadenado se puede ver en la sala 28 del edificio Villanueva hasta su instalación en la mencionada muestra, debido a su traslado directamente desde el Museé du Louvre-Lens, en el que ha estado también en préstamo.
La obra se exhibe flanqueada por dos cuadros de Rubens que pertenecen al Prado: Aquiles descubierto por Ulises y Diomedes y Filopómenes descubierto. Estas tres obras se relacionan en el contexto profesional del artista.
Castigo de los dioses
En una carta escrita en 1618 a un posible comprador, Rubens ofrecía “un cuadro de un Aquiles vestido de mujer hecho por mi mejor discípulo y todo retocado de mi mano, cuadro hermosísimo y lleno de muchas bellas muchachas”, refiriéndose a Aquiles descubierto por Ulises y Diomedes, y “un Prometeo encadenado al monte Cáucaso con un águila que devora su hígado. Original de mi mano. El águila pintada por Snyders”, en referencia al cuadro de Philadelphia.
Rubens contrató a Snyders para que pintara los animales en sus cuadros y la primera de sus colaboraciones se dio en la obra Filopómenes descubierto.
Préstamos excepcionales
Prometeo encadenado es uno de los excepcionales préstamos que participarán de la exposición Las Furias, una muestra que analizará el nacimiento, la evolución y el ocaso de uno de los temas más importantes de la historia del arte europeo entre 1550 y 1700, la representación de personajes de la mitología clásica castigados eternamente por desafiar a los dioses.
Según la mitología clásica, tras robar el fuego de los dioses y entregárselo a los hombres, Zeus castigó a Prometeo con una horrenda tortura: tras ser encadenado, un águila le devoraría eternamente las entrañas.