Stephen Shore es uno de los fotógrafos cuya influencia ha sido más destacada en las últimas tres décadas. La renovación que han supuesto sus aportaciones al lenguaje fotográfico no ha dejado de despertar el interés en distintas generaciones de autores, y para los fotógrafos más jóvenes sigue siendo una referencia indiscutible. Por este motivo, su obra también es especialmente valiosa para comprender la actualidad de la escena contemporánea y profundizar en los fundamentos de algunas de las prácticas fotográficas hegemónicas de los últimos años.
En su constante interrogación sobre los condicionamientos de esa mediación operada por la cámara fotográfica, así como sobre las modalidades y géneros del lenguaje fotográfico, Shore ha evitado muy conscientemente acomodarse a fórmulas establecidas. Ha trascendido incluso aquellas nuevas convenciones que su propio trabajo ha contribuido a generar, dando lugar a proyectos formalmente muy diversos.
No menos importante es el hecho de que su obra encarna las complejas operaciones de intercambio y retroalimentación que se produjeron entre el mundo del arte y el ámbito fotográfico a partir de mediados de los años sesenta, dialéctica que ha marcado la evolución de la práctica fotográfica hasta hoy.