El plan se construye sobre las más de 3.448 obras actualmente depositadas en 279 instituciones y busca aumentar su relevancia y significación. La reciente colaboración con museos dependientes de otras administraciones públicas en Oviedo (Museo de Bellas Artes de Asturias) o Alicante (Museo de Bellas Artes Gravina) servirá de modelo para el desarrollo del programa en 2023, que también incluye la puesta en marcha de actividades conjuntas, expositivas y académicas, estancias formativas y la colaboración en las áreas de Difusión y Comunicación.
En los 203 años del Prado, estos depósitos respondían más a criterios circunstanciales que museográficos, artísticos, científicos, educativos o técnicos. «A lo largo de la historia –recuerda Miguel Falomir, su director– ha habido una casuística muy compleja y azarosa para explicar por qué los cuadros iban a parar a un lugar determinado; ahora se trata de establecer criterios compartidos con las instituciones depositarias de manera que las obras adquieran una mayor relevancia para los ciudadanos».
Para Javier Solona, presidente de su Real Patronato, éste es un proyecto de los que «marcan una época» en la historia del Prado y «demuestra el firme propósito que tiene la institución de trabajar por reforzar sus vínculos afectivos con el conjunto de la sociedad española; queremos que todos los españoles sientan cerca el Museo, en lo emocional y también en lo físico».
Prado Extendido cuenta con una marca propia para dar unidad al programa e identificar todas las experiencias compartidas entre las instituciones depositarias y una página específica en la web del Museo en la que se irá incluyendo información detallada sobre los proyectos en marcha [1].