Como socia de la galería mexicana OMR, que celebra su 40 aniversario, nos comparte desde su residencia en Nueva York anécdotas y desafíos sobre lo que implica participar en las principales ferias de arte internacionales, como la que actualmente se celebra en Basilea, la mítica Art Basel (del 13 al 16 de junio).

– Lleva 17 años en la esfera del arte contemporáneo, ¿cómo fue que entró al mundo del arte?

Crecí en la Ciudad de México, una de las ciudades con más museos del mundo. En los años ochenta, mi familia y amigos me acercaron al arte, y frecuentaba la Galería OMR, inaugurada en 1983. De adolescente asistía a las inauguraciones de la galería y de otras instituciones. Estudié Psicología y, tras cuatro años de ejercer, viajé a Nueva York para tomar un curso. Allí, la exposición a las galerías y coleccionistas exacerbó mi pasión por el arte, llevándome a hacer un posgrado en mercado. En 2007, ya organizaba ferias de arte en Miami, y otros proyectos de gestión cultural y curaduría.

– Posteriormente trabajó en la Galería Laurent Godin en París y en Travesía Cuatro en Madrid, ¿qué le motivó a regresar a México y aplicar lo aprendido?

Después de varios años en Europa sentí la necesidad de regresar por razones personales y profesionales. Conocí bastante la escena europea y mantuve contacto con galerías mexicanas, incluyendo OMR. Decidí regresar y trabajar desde una galería mexicana a nivel internacional. Me uní al equipo de Ricardo Porrero en Gallery Weekend para adentrarme en la escena del arte en México antes de incorporarme a una galería específica. Tras dos años, y coincidiendo con una transición generacional en OMR, me uní como directora de Ventas.

– ¿Cómo logra una galería con cuatro décadas mantenerse a la vanguardia e innovar?

Es un trabajo intenso y apasionado. Los galeristas a menudo mezclamos la vida personal con el trabajo, lo que nos mantiene atentos a las novedades. Los fundadores de OMR, Patricia Ortiz Monasterio y Jaime Riestra, junto con su hijo Cristóbal, supieron cuándo era el momento ideal para la transición a la segunda generación. Cristóbal asumió el liderazgo con una visión fresca y nuevas ideas.

– ¿Cómo equilibran entre artistas consolidados y nuevos talentos?

Es un juego de equilibrio. Ahora estamos planeando el 2025, incluyendo a artistas consolidados como Candida Höfer, y dando espacio a nuevos artistas. Incluso invitamos a artistas que no trabajan con nosotros para exponer en México.

– En cuanto a la curaduría, ¿trabajan con externos o internos?

Nos gusta trabajar con curadores externos al menos una vez al año para obtener perspectivas diferentes. Las demás exposiciones las gestionamos entre nosotros, particularmente Cristóbal, quien tiene una fuerte mirada curatorial.

– Están presentes en Art Basel. ¿Qué implica la logística y curaduría para las ferias?

Planeamos nuestra presencia con seis meses de anticipación. Comenzamos con la aplicación a la feria, definiendo la idea y los artistas a presentar. Luego, seleccionamos las piezas, ya sea del inventario o visitando estudios de los artistas. La curaduría es fundamental para contar una historia coherente y atractiva para el mercado. La organización incluye producción, logística y convocatoria a coleccionistas y profesionales del arte.

– Este año ya han estado en Zona Maco, Frieze Los Ángeles y ahora Art Basel. ¿Cómo deciden a qué ferias asistir?

Partimos de Art Basel Suiza y Miami, nuestros pilares del año. Iniciamos en Zona Maco en México y luego exploramos otras ferias. Este año también iremos a Frieze Londres, enfocada en pintura y con un mercado inglés y alemán significativos.

– ¿En qué ferias ha visto mayor presencia de coleccionistas españoles?

En Art Basel Suiza es donde vemos mayor presencia de coleccionistas españoles. Anteriormente participábamos en ARCO, pero priorizamos Zona Maco por su cercanía en fechas.

– Hablando del contexto español, varios artistas de la galería han tenido presencia en España. ¿Cómo ve la conexión entre el mercado mexicano y el español?

Tenemos una relación histórica y de amistad con coleccionistas españoles. Trabajamos con Ana Montiel y hemos vinculado a artistas con instituciones españolas como el Museo Nacional Thyssen Bornemisza. La relación es fuerte y continúa creciendo.

– ¿Cómo ha visto la evolución del coleccionismo en México y a nivel internacional?

En México, una generación de jóvenes está ávida de aprender, y la escena ha crecido con más galerías, exposiciones y ferias. A nivel global, el crecimiento es lento debido a la situación económica, pero el mercado del arte es resiliente.

– ¿Su formación como psicóloga le ha brindado herramientas para entender a los coleccionistas?

Sí, utilizo la teoría de la psicología para comprender el comportamiento de los coleccionistas y sus preferencias. Es esencial lograr empatía para asesorarles mejor.

– ¿Cómo le ha aportado vivir en Nueva York, la capital mundial del arte?

Nueva York es un aprendizaje diario. Aquí absorbemos conocimiento constantemente, lo que nos reta a mejorar como galería. Además, se generan importantes alianzas con galerías, artistas e instituciones.

– ¿Es necesaria una sede física de OMR en Nueva York?

No es necesario, aunque no descartamos la idea. Nuestra presencia en Nueva York es a través de mi equipo y proyectos importantes en espacios públicos más que en una galería física.

– ¿Qué pieza recuerda como un gran logro de venta?

Una obra de James Turrell vendida a una colección en Miami. Subirla a un apartamento altísimo con vientos fuertes en pleno 24 de diciembre fue una odisea, pero lo logramos.

– ¿Es coleccionista también?

Sí, tengo piezas de cuando vivía en París y Madrid, de artistas con los que trabajé y de los que formaron parte de mi vida. Las piezas de los artistas de OMR como Gabriel Rico, Jorge Méndez Blake, Pía Camil y José Dávila son especiales para mí.

– Para concluir, ¿qué viene para la galería?

Después de nuestra actual presencia en Art Basel Suiza viene una exposición que me entusiasma muchísimo de Adolfo Riestra, uno de los primeros artistas de la galería desde 1983, hermano del fundador Jaime Riestra. Invitamos en esta ocasión a un curador externo para el trabajo de investigación y que con su mirada más joven pudiera hacer una exposición diferente.

También los invito a visitar Lago Algo, nuestro segundo espacio, inaugurado hace tres años también en la Ciudad de México, con una oferta divertida y experiencial.

Estand de OMR en Art Basel 2024. Imagen cortesía de la galería.