Su obra, sus fotografías, abarcan todas las pulsiones posibles del ser humano, toda su actividad emocional. Enfermos, psicóticos, perturbados, sin techo… seres marginales que congela para siempre con su cámara. Parte de su vida, los Documentos Básicos de los que se ha nutrido su proceso creativo durante más de cuatro décadas, se expone hasta el 25 de julio en la galería Freijo [1]de Madrid, el diario íntimo de un artista al que se le queda corto ser Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 2002, Premio Nacional de Pintura en 1983 y haber representado a España en la Bienal de Venecia de 1970: “He llegado a mucho, pero no a todo lo que quería”.