1. Con Camarón de la Isla
A finales de los años 60 conoce a Camarón de la Isla, con el que surge un tándem musical perfecto y con el que graba sus primeros discos. En total, juntos grabaron diez álbumes entre 1968 y 1977. Después de hacer el flamenco más ortodoxo, juntos y por separado, se atreverían con el flamenco más popular y mestizo, con tintes pop, rock y jazz.
2. El Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo
«Trato de tocar el concierto bajo mi perspectiva. Se han hecho muchas versiones, y casi todas suenan iguales en cuanto a la expresión. Me gustaría que el maestro Rodrigo escuchara mi versión», explicaba el guitarrista cuando estrenó en España su versión del concierto en 1991. Añadía: «Yo toco el Concierto tal como viene en la partitura, pero nunca lo oí tocado a ritmo y ahí es donde quería hacer mi interpretación”.
3. Entre dos aguas, su gran tema
Esta rumba se convirtió en su composición más conocida en España. Fue en 1973 cuando alcanzó el éxito al ser incluida en Fuente y caudal, un disco que representó su salto a la popularidad. Con él se abrió un nuevo ciclo en su carrera. El algecireño se encuentra en un nivel de perfección técnica y de estilo que hasta la fecha no había sido alcanzado por guitarrista flamenco alguno.
4. Junto a John McLaughlin y Al Di Meola
Paco de Lucía grabó junto a John McLaughlin y a Al Di Meola el disco Friday night in San Francisco en 1981, que ha vendido más de un millón de copias, una cifra inimaginable para un artista flamenco. En el vídeo la multitud aclama a los tres músicos. El artista gaditano confesaba en relación a este disco que a pesar de haber sido muy importante en su desarrolllo como músico, era sólo un paréntesis en su trabajo dedicado al flamenco.
5. Sí, también un poco de jazz
La aportación de Paco de Lucía al mundo de la música no se debe solamente a su interpretación del flamenco más formal y ortodoxo, también por combinarlo y saberlo mezclar con diferentes estilos como el pop, el rock o el jazz. Con su sexteto realizó uno de los desarrollos más innovadores de la guitarra flamenca y el jazz: la incorporación del bajo eléctrico, la flauta y el saxo, la armónica o los teclados electrónicos, a los que se suma un instrumento peruano: el cajón, sin el que no se entiende la percusión, que se une a las palmas, en el flamenco de hoy en día.