Considerado uno de los grandes referentes de la literatura europea, Tabucchi fue profesor de literatura portuguesa en algunas de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos y Francia. Con nacionalidad lusa desde 2004, fue uno de los máximos expertos mundiales en la figura del poeta luso Fernando Pessoa (1885-1935). Además colaboró con medios como el diario italiano Il Corriere della Sera, el francés Le Monde y el español El País.
Narraciones cortas
Antonio Tabucchi se impuso como el mejor escritor italiano de su generación y gozó de un amplio prestigio internacional (sus obras fueron traducidas a más de 40 lenguas): un escritor «situado a la cabeza de la literatura europea» (Miguel García-Posada), que ejerce «una fascinación sin par», en palabras de José Cardoso Pires. Fue galardonado con los premios más prestigiosos, entre ellos el Pen Club, el Campiello y el Viareggio-Rèpaci en Italia; el Prix Médicis Étranger, el Prix Européen de la Littérature o el Prix Méditerranée en Francia. También fue nombrado Officier des Arts et des Lettres en Francia y Comendador da Ordem do Infante Dom Enrique en Portugal.
En Anagrama [1] publicó Dama de Porto Pim, Nocturno hindú, El juego del revés, Pequeños equívocos sin importancia, La línea del horizonte, Las tentaciones de Jerónimo Bosco, Los volátiles del Beato Angélico, El ángel negro, Réquiem, Sueños de sueños & Los tres últimos días de Fernando Pessoa, Sostiene Pereira, La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, Piazza d’Italia, Se está haciendo cada vez más tarde, Tristano muere, Autobiografías ajenas, El tiempo envejece deprisa y los ensayos de La gastritis de Platón y La oca al paso.
Compromiso social
Tabucchi inició su carrera como escritor en 1975 con la novela Piazza Italia, a la que siguieron varias antologías de cuentos, pero se consagró definitivamente gracias a las novelas Réquiem. Una alucinación (19912) y, sobre todo, Sostiene Pereira (1996). El compromiso civil y el aura de misterio que predominan en su estilo literario se encuentran en sus últimas obras importantes: La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, de 1996, Tristan Muere (2004) y Se está haciendo cada vez más tarde (2001). Su última novela fue Racconti con Figure publicada en 2011.
Además de su faceta literaria, era notoria su actividad como apasionado de la política y polemista. En los últimos años, su bestia negra fue Silvio Berlusconi [2]. Tabucchi será enterrado en Lisboa el próximo jueves. El lugar que eligió para ello es el cementerio dos Prazeres, al norte de Lisboa, donde también fuera inhumado en 1935 su querido Pessoa.
Sostiene Pereira (1994) «Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía. Parece que Pereira se hallaba en la redacción, sin saber qué hacer, el director estaba de vacaciones, él se encontraba en el aprieto de organizar la página cultural, porque el Lisboa contaba ya con una página cultural, y se la habían encomendado a él. Y él, Pereira, reflexionaba sobre la muerte». De esta forma comienza una de las cumbres de la literatura de la década de 1990. Antonio Tabucchi logró la unanimidad de la crítica, los más prestigiosos galardones y la respuesta masiva de los lectores. Lisboa, 1938. La opresiva dictadura de Salazar, el furor de la guerra civil española llamando a la puerta, al fondo el fascismo italiano. En esta Europa recorrida por el virulento fantasma de los totalitarismos, Pereira, un periodista dedicado durante toda su vida a la sección de sucesos, recibe el encargo de dirigir la página cultural de un mediocre periódico, el Lisboa. Pereira tiene un sentido un tanto fúnebre de la cultura: prefiere la literatura del pasado, dedicarse a la elegía de los escritores desaparecidos, preparar necrológicas anticipadas. Necesitado de un colaborador, contacta con un joven, Monteiro Rossi, quien a pesar de haber escrito su tesis acerca de la muerte está inequívocamente comprometido con la vida. Y la intensa relación que se establece entre el viejo periodista, Monteiro y su novia Marta, cristalizará en una crisis personal, una maduración interior y una dolorosa toma de conciencia que transformará profundamente la vida de Pereira. En esta novela, Tabucchi consiguió crear un inolvidable personaje que sin duda dejó una profunda huella en el lector, Pereira. Y con la historia de este periodista, Tabucchi nos ofreció también una espléndida historia sobre las razones de nuestro pasado que pueden ser perfectamente las razones de nuestro incierto presente.
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