Blake Edwards desarrolló una intensa carrera cinematográfica que se prolongó durante 50 años. Aunque etiquetado para la historia como director de comedias, trabajó todos los géneros y algunos de sus melodramas se han convertido en verdaderos clásicos, como Días de vino y rosas (1963).
Director, guionista y productor de La Pantera Rosa, fue durante toda su carrera uno de los grandes olvidados por la Academia de Hollywood –hasta que pudo recoger un Oscar honorífico en 2004 sólo había estado una vez nominado, por el guión de ¿Víctor o Victoria? (1982), en la que trabajó con su esposa–, a pesar de ser responsable de títulos como El guateque (1968).