Se fue una figura indispensable para la pintura cubana contemporánea, quizá el pintor de mayor trascendencia en el panorama cultural de la isla y el último maestro de la segunda y prestigiosa generación modernista de la isla.
Pintor legendario, pintura excepcional
Representó lo cotidiano de Cuba, el día a día de La Habana. Plasmó en sus óleos la sociedad de la isla con una técnica aparentemente ingenua que pronto se convertiría en su seña de identidad.
Tras estudiar en el Instituto de La Habana, en la conocida Academia de San Alejandro, donde estudió pintura durante dos años, y en la Universidad de La Habana, donde coincidió con una época convulsa, marcada por constantes manifestaciones estudiantiles.
Mientras tanto, el arte cubano experimenta un auge extraordinario en los años 20, 30 y 40. A partir de 1927 se desarrolla en la isla un interés especial por el arte moderno. Ese mismo año se funda en La Habana la revista Avance. Posteriormente aparecerían Verbum, Nadie Parecía y Espuela de Plata, hasta que en 1944 nace Orígenes, de la mano de importantes intelectuales cubanos, entre ellos el poeta y ensayista José Lezama Lima.
Torbellino de las artes
Bermúdez no es ajeno a este torbellino que viven las artes cubanas, más bien forma parte del fenómeno. Dos importantes generaciones de artistas plásticos cruzan sus obras, la del 27 y la del 40, a la que corresponde la labor de Cundo, con su formidable talento para el uso de la luz y el color.
Junto a otros pintores, y en protesta por la ausencia de galerías de arte, Bermúdez expone sus obras en los árboles del Parque Albear en 1937. Allí estuvieron sus Bailarina, Callejas de mi escuela, Cloroformo, Retrato de Rafael Llerandi y Salida del taller. Fue el único del grupo que alcanzó reconocimiento internacional.
Poco después decide viajar a México para estudiar en la Academia de San Carlos, y allí se deja influir por Rivera, Orozco y Siqueiros, quien dijo de Bermúdez: "Representa la audacia en las artes plásticas. Él sabe cómo construir de una manera sincronizada. Con tonos y primeros planos situados en profundidad pictórica, en contraposición, él construye y organiza, a veces de manera casi milagrosa. Yo creo que este artista ha tenido gran importancia en la gama cromática de la pintura moderna cubana".
1944: el año trascendental
El año de 1944 es trascendental no sólo para Bermúdez, sino para la pintura cubana. Se inaugura la Exposición de Pintura Cubana en el MoMA de Nueva York.
El director del museo, Alfred H. Barr, dice que la obra de Bermúdez es "humorísticamente arcaica, pero vigorosa y original con sus armonías de color metálico". La exhibición en el MoMA es el principio de la carrera artística internacional de Cundo Bermúdez. En la actualidad dos de sus cuadros, El balcón y La barbería, son parte de la colección permanente del museo.
A partir de la segunda mitad de la década de los 40, Bermúdez expone en Kansas City, San Francisco, México y Buenos Aires, además de llevar a cabo exposiciones en Connecticut, Haití, La Habana y viajar por gran parte de Europa, donde es aclamado como uno de los artistas cubanos más importantes de todos los tiempos.