Dionisio Ridruejo (1912-1975) lo era. Es preciso afirmarlo con contundencia, señalan Jordi Gracia y Jordi Amat, prologuistas y antólogos del volumen Cartas íntimas desde el exilio en el que se recoge la correspondencia con su esposa, Gloria de Ros, desde 1962 hasta 1964, época en la que el escritor se exilió en París para desarrollar una esperanzada campaña contra la dictadura franquista.
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